El crumble, típico postre inglés

Se cree que esta receta nació en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, cuando escaseaban los ingredientes. Por eso, además de ser un pastel de bajo costo, también tiene otra ventaja sobre otros pasteles: evita la espinosa cuestión de la masa y es fácil de realizar.

La base es muy simple: una capa de frutas o verduras, a veces pescado, rara vez carne, cubierta con la mezcla desmenuzada de rigor y cocida en el horno hasta que esté dorado. En resumen, las proporciones son dos terceras partes de "relleno" y un tercio de migas.

El crumble no sólo es fácil, rápido y versátil. También es uno de los platos más divertidos de interpretar, ya que está abierto a muchas variaciones, dulces o saladas.

¿Cómo se prepara el crumble?

La preparación de los ingredientes se puede anticipar. De hecho, la carne y/o verduras deben estar cocidas al momento recubrirla con las migas y hornearlas. La fruta en cambio, se usa más frecuentemente cruda, así como también el pescado.

El único punto negativo: el crumble no soporta la espera. Su sabor y textura son mejores cuando se sirve recién horneado, y tibio. Si se espera demasiado, la corteza absorbe la humedad y tiende a compactarse.

Pero hay una solución: basta con tener todo pereparado con antelación y mantenerlo en la nevera, el "relleno" ya acomodado en un molde engrasado y las migas por separado, en un bol; en el momento de la cocción, sólo basta con acomodar las migas sobre el relleno y llevar al horno.

¿Cómo se preparan las migajas?

Para comenzar, las proporciones: 2 partes de ingredientes secos y una parte de materia grasa. Por ejemplo, en el clásico crumble de manzanas, se utiliza 1 parte de harina, 1 parte de azúcar y 1 parte de mantequilla.

Si desea migas con el equilibrio adecuado entre crujiente y suave, hay que proceder de la siguiente manera: mezclar los ingredientes secos (harina, sémola, avena, granola, nueces picadas, azúcar, especias, hierbas ...) en un bol; añadir el elemento graso (mantequilla, margarina, manteca de cerdo) bien fría y en cubos y, si desea, un hilo de aroma líquido (azahar, agua de rosas, almendraa), se mezcla en trozos grandes con una cuchara y luego con la punta de los dedos frotando la mantequilla con los ingredientes secos, hasta tener una mezcla granulosa y pareja.

Pero seamos sinceros, también se puede poner todo en el robot de cocina, y accionar la cuchilla intermitentemente, para que no se forme una bola de masa. Reservar siempre en el refrigerador hasta el momento de utilizar.

Algunas recetas para probar de cumbre:

Crumble de manzanas
Crumble de frambuesas

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