Materiales en la cocina: cuáles sí y cuáles no

Cada vez prestamos más atención a los ingredientes y alimentos que consumimos, pero casi ninguna a la vajilla y utensilios que utilizamos para prepararlos y conservarlos. Sólo nos basta con evaluar su practicidad y estética. Esto es en realidad, insuficiente, especialmente hoy en día, con tantos estudios que demuestran la peligrosidad de algunos metales y plásticos.

Veamos entonces cuáles son los materiales más adecuados para la cocción y el almacenamiento de nuestros alimentos.

Vidrio: aprobado al 100%. El material es completamente inerte y por lo tanto inofensivo. Ya se trate de vidrio transparente, coloreado, reciclado o templado.

Acero: También es excelente inoxidable: pasa con nota. Es el mejor material para ollas y utensilios de cocina: no se altera, conserva el calor y por lo general no contiene níquel, responsable de muchas alergias.

Aluminio: se utiliza en las ollas, es liviano y buen conductor del calor. Pero se necesita cautela. Las ollas de cocina de aluminio, muy livianas incluso cuando son grandes, son frecuentemente elegidas por los profesionales; sin embargo, liberan alguna cantidad de metal, especialmente si se las utilizan para cocinar alimentos ácidos y salados. Es mejor evitar cocinar una salsa de tomate en aluminio, y si lo hace, asegúrese de no dejar demasiado tiempo la salsa en este tipo de recipientes, porque la liberación de metal es constante.

El aluminio también está presente en las láminas de papel con que cubrimos los alimentos para preservarlos. El problema entre alimentos ácidos y aluminio se produce especialmente cuando el metal se calienta durante la cocción. Es aconsejable evitar envolver comidas con tomate o con jugo de limón, en papel de aluminio, antes de ponerlos en el refrigerador.

Teflon: de acuerdo con algunas investigaciones, la degradación térmica del teflón, el polímero que recubre las ollas y sartenes, haciéndolas antiadherentes, libera compuestos tóxicos, incluyendo gases altamente corrosivos. Además, hay que prestar atención al revestimiento: al menor rayón causada por el uso o la limpieza con esponjas abrasivas, es mejor cambiar el utensilio para evitar la contaminación de los alimentos con sustancias tóxicas de este material.

Madera: es un gran material que no tiene ningún problema de liberación de sustancias tóxicas. Sin embargo, requiere algunas atenciones: deben limpiarse cuidadosamente después de cada uso para evitar la formación de bacterias. Y teniendo la posibilidad, en el caso de placas de madera maciza, se recomienda un pequeño cepillado de vez en cuando.

Cerámica: tener mucho cuidado si está agrietada. Hay que descartar los platos o tazas de porcelana, loza o cerámica astillados, ya que pueden liberar plomo.

Plástico: Actualmente en muchos países, los utensilios de plástico llevan el símbolo de un vaso y un tenedor, que indica que son aptos para uso alimentario.

Distinto es el caso con respecto a la película transparente o papel film que utilizamos para envolver alimentos. Estas películas pueden contener ftalatos, tóxicos y probablemente cancerígenos porque interactúan con nuestras hormonas. Antes de comprar una película, asegúrese de que los envases que lleven la indicación "libre de ftalatos". Como precaución adicional, no envuelva los alimentos grasos directamente, es mejor ponerlos en un recipiente y envolver éste con el papel plástico, sin que toque el alimento.

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