Verduras, como presentárselas a los niños

Los niños desarrollan los cinco sentidos de una manera particular y con ellos reflejan su manera de vivir. Esto también se aplica a la comida y pueden resultar un aliado para iniciarlos a descubrir e incorporar las verduras. Veamos.


Vista

Presentar a un niño un plato de un color indefinido o con elementos mixtos significa empezar con el pie equivocado. A la inversa, un puré de calabaza o una crema de zanahoria, de color brillante y homogéneos, puede ser el enfoque correcto para despertar la atención de los niños.

Tacto

Introducir un elemento crujiente, o con una textura diferente a un vegetal cocido transforma, a los ojos de un niño, un plato triste en divertido. Por ejemplo, cubitos de pan tostado en una crema caliente o pedacitos de queso en un puré.

Gusto

También en el caso del gusto, las verduras no deberían servirse solas, sino acompañadas por algo que guste mucho a los niños. Una galleta de queso parmesano u otro queso semiduro, obtenida facilmente grillando lentamente el queso y luego cortándolo en cubos, será un descubrimiento agradable dentro de una crema de verduras.

Olfato

Todos sabemos que "no se hace" y tratamos de enseñarlo a nuestros hijos, pero lo primero que hacen es poner su nariz en el plato para averiguar de que se trata. El truco? Un aroma que los conquiste: aceite de vainilla, fruta, leche. Y la nariz torcida cambiará por una sonrisa!

Oído

Jugemos con todos esos ruidos que atraen su atención: el tintineo de los cubiertos puede convertirse en música. Sólo hay que utilizar los materiales adecuados. Por ejemplo, poner en la mesa un "tintineante" contenedor con cubiertos de plástico de muchos colores. Elijir uno distinto cada día para continuar el juego de comer, les resultará muy divertido!

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