Según una investigación de la Universidad de British Columbia, publicada en el Journal of Nutrition and Food Sciences, la cocción al horno reduciría el contenido de azúcar hasta en un 20%.
En realidad, el porcentaje varía según los tipos de azúcar en cuestión: 20% se refiere a un azúcar compuesto de una mezcla de fructosa -el azúcar simple que se encuentra en frutas y verduras, siempre asociado con la glucosa- y glucosa, precisamente (que es muy similar pero muy diferente), mientras que cuando se trata de sacarosa pura (comúnmente llamada azúcar) el porcentaje se reduce a 7%, 8%.
Cabe señalar que en las etiquetas de los alimentos envasados, cuando se indican las calorías, éstas se refieren esencialmente a los propios ingredientes, sin tener en cuenta las variaciones que se producen al cocinar. Lo que significa que un pastel recién horneado podría ser más "dietético" de lo esperado. Hip, hip, hurra!!
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