Pan integral

El pan integral es un producto cada vez más demandandado por los consumidores atentos al cuidado de la salud, debido a la difusión que se ha hecho sobre los beneficios de la fibra.

Sin embargo, hay que tener cuidado porque la mayoría de los panes integrales comercializados, no son los óptimos, ya sea desde el punto de vista del sabor, como del de la nutrición.

De hecho, hay dos maneras de producir el pan, y como se verá más adelante no siempre es fácil identificar la correcta.

¿Pan integral o "tipo integral"?

El pan integral puede ser hecho con harina de trigo integral completa o con harina reconstituida.

La harina completa es la harina ontenida del grano entero intacto, incluyendo la capa exterior, alta en fibra, que es normalmente eliminada cuando se produce la harina blanca.

Este tipo de harina se vende con el nombre "integral", seguido por el nombre del cereal (trigo, centeno, cebada, etc.) Hay también harinas semi-integrales, a las que se le elimina sólo la parte externa del grano, pero se conservan parte de las fibras.

Las harinas reconstiituidas son harinas blanca a la que se añade una parte del salvado obtenido por separado. Este tipo de harina tiene un menor valor nutritivo, porque carece del germen, con sus vitaminas y sus ácidos grasos, y porque es la harina que se trata más frecuentemente con aditivos para mejorarla.

Pan integral: mejor el biológico

El pan integral que se vende en la mayoría de las panaderías o supermercados se produce con harina reconstituida. Los panes orgánicos, que se venden en tiendas especializadas o directamente del fabricante, se producen generalmente con harina integral y no con harina reconstituida.

¿Conviene el pan integral?

Desde el punto de vista de la salud, el pan integral es diferente al pan blanco especialmente en el contenido de fibra, mientras que el contenido de otros nutrientes (vitaminas y minerales) no es significativamente mayor, por lo menos en valor absoluto.

En una dieta equilibrada, las fibras se obtienen principalmente a partir de frutas, verduras y legumbres, así que no es necesario bajo condiciones normales, usar el pan para asegurar el consumo diario de fibra.

Por lo tanto, el consumo de pan integral debe ser una elección basada en la calidad y el sabor. El pan que se vende comúnmente en los supermercados y panaderías deja mucho que desear en cuanto a su sabor y textura; y por lo general, se producen con harina reconstituida.

Información nutricional por 100 gr.

Energía:  232 Kcal
Proteínas:  7 g.
Hidratos de carbono:  40.7 g.
Fibra:  7.5 g.
Lípidos:  2.9 g.
Colesterol:  0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados):  1.2 g.
AGS (Ácidos grasos saturados):  0.54 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados):  0.41 g.
Vitamina B1:  0.25 mg.
Vitamina B2:  0.15 mg.
Vitamina B6:  0.079 mg.
Calcio:  31 mg.
Sodio:  448 mg.
Ácido fólico:  29 µg.
Yodo:  1 µg.
Potasio:  220 mg.
Fósforo:  196 mg.