Carnes a la parrilla: consejos y trucos para preservar sus principios nutricionales

Asar la carne, lamentablemente no se encuentra entre los métodos más saludables que existan: el calor de los carbones (que a menudo alcanza o supera los 1.000 grados), es capaz de alterar la composición organoléptica del interior del producto.

Los nutricionistas dudan acerca de este método de también por el hecho de que cuando se cocina la carne a la parrilla, tienden a formarse partes un poco quemado en la superficie exterior, que resultan ser cancerosas.

Sin embargo, cocinar la carne a la parrilla puede llegar a ser saludable, siempre y cuando se sigan a la perfección algunas recomendaciones.

La primera es la calidad: es esencial elegir productos de excelente calidad y origen certificado; de esta manera nos aseguraremos de que la carne no esté lleno de hormonas que al cocinarse, hacen quemar partes del alimento que se convierten en cancerigénas.

A continuación, el tipo de carne: partiendo del supuesto de que la grasa es el problema real, sería conveniente evitar cortes grasos o, retirar la grasa exterior antes de cocinar el trozo de carne.

Pasemos al condimento: una de las cosas que más daño hace a nuestra salud es el exceso de grasa, cocinar sanamente a la parrilla no significa privar a la carne de condimento, pero se deben evitar el exceso de aceite y sal.

Si la carne, una vez cocida, presenta partes quemadas, trate de retirarlas, o evite comerlas.

Para finalizar, la degustación: lo mejor sería comer acompañando con agua, de esta manera se facilita la eliminación de las toxinas (lo que no ocurre si se bebe alcohol).

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