La dieta post fiestas

Mucha comida, mucha bebida y muchos dulces. Este es más o menos el menú durante las fiestas. Porque la Navidad no es sólo una conmemoración religiosa y una ocasión para el intercambio de regalos, sino también la posibilidad de ganar algunos kilogramos inesperados

Los nutricionistas y dietistas como todos los años, predican dietas preventivas y mucho movimiento físico, pero en general el asesoramiento cae en saco roto.

Para los que se excedieron, los especialistas recomiendan una dieta de desintoxicación. Se debe abolir totalmente la grasa y disminuir los hidratos de carbono para permitir que nuestro cuerpo pueda depurarse a sí mismo de estos elementos que se consumieron en exceso.

Para volver a estar en forma en primer lugar, hay que eliminar todo aquello de lo que se ha abusado, con una dieta rica en verduras, legumbres y frutas; reduciendo al mínimo el consumo de carne. Es evidente que una buena dieta, para ser tal, debe ser personalizada, ya que no todos tienen el mismo metabolismo y es totalmente equivocado privarse de algún alimento porque una dieta equilibrada es una dieta equilibrada.

Nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes posibles y por lo tanto, es importante consultar a un especialista que, después de todos los análisis correspondientes, establecerá una dieta balanceada

Tampoco la prisa es un aliado para aquellos que quieren perder el exceso de peso, ya que se corre el riesgo de delgadez falsa o temporal. Después de una dieta drástica hecha por uno mismo se afectará la masa magra, es decir, las fibras musculares que son la parte "sana" de nuestro cuerpo, dejando de lado la masa grasa, la parte que se debe disminuir.

En pocas palabras, pasadas las fiestas, hay que tener paciencia y disminuir gradualmente de peso (una pérdida promedio de entre 500 y 1.000 gramos por semana es óptima) permitiendo que nuestro cuerpo se adapte de manera más efectiva a los cambios para mantener resultados en el tiempo.

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