Lo que nunca se debe cocinar en la freidora de aire

Quienes ya se han acercado a la freidora saben exactamente que funciona como un pequeño horno de convección en el que el aire -muy caliente y muy rápido- se convierte en portador de calor y cocina con un efecto más o menos parecido al de una fritura.

Aunque para algunos entusiastas se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible y aunque realmente se pueden preparar desde aperitivos hasta postres, es bueno, sin embargo, aclarar que no todo se puede cocinar en una airfryer. Concepto básico: si bien no todos los modelos son iguales, las freidoras de aire más o menos están construidas de la misma manera.

Todas tienen una canasta muy gruesa con una cavidad alrededor, y un poderoso ventilador colocado encima de la canasta. Que es el que dispara el aire caliente, creando las apetecibles costras crujientes y doradas. ¿Qué debemos hacer para conseguirlas? Definitivamente no ponerle comida con masa líquida, porque resultará en un gran lío. Al no funcionar como la fritura regular, que crea una protección inmediata gracias a la grasa utilizada, la fritura al aire con una masa líquida solo corre el riesgo de volar y explotar todo, ensuciar todo, incluidos los ventiladores y los elementos calefactores. Por lo tanto, otro consejo útil que va de la mano. Con la airfryer nunca se deben cocinar platos demasiado húmedos. Por la misma lógica que el aire sopla por todas partes a gran velocidad, todos los líquidos también corren el riesgo de acabar de la misma forma.

También es mejor evitar cocinar alimentos demasiado grandes en la freidora de aire, ya que el aire no puede circular bien a su alrededor, así como evitar cocinar alimentos demasiado livianos. Realmente no se tiene una percepción real de ello, pero la velocidad a la que se introduce el aire caliente es muy alta. Por último, hay que evitar las recetas con demasiadas capas ya que resultarían en platos cocidos en la parte superior y fríos y húmedos en su parte inferior. Y no hay posibilidad de voltear el plato a la mitad de la cocción.

Un procedimiento fundamental es el de agitar la cesta, lo que permite que todos los alimentos se cocinen correctamente por arriba y por abajo.