Patatas al horno: 5 errores que cometemos a menudo

¿Cuál es el acompañamiento favorito para cualquier tipo de carne asada, desde pollo a roast beef? o costillas La respuesta es obvia, su preparación... un poco menos.

Porque la receta de patatas al horno, si bien es básica, esconde algunas pequeñas trampas. ue hay que conocer y evitar si se desean resultados perfectos, es decir, patatas doradas y crujientes en su exterior, suave y cremosass en su interior.

El proceso de la perfección comienza por la adecuada elección de los tubérculos, pasando por su tratamiento, que incluye la precocción, los condimentos y la temperatura y funciones del horno.

Estos son los 5 errores que impiden lograr patatas asadas perfectas!.


Error número 1: utilizar patatas viejas

El almidón es la sustancia que hace que los ñoquisresulten compactos y maleables. Cuando se dice que un patata es harinosa, se entiende, precisamente, que es rica en almidón.

Si desea que las patatas al horno queden crujientes y, sobre todo, no se adhieran entre sí, hay que elegir variedades no harinosas. Esta característica está casi ausente en las patatas nuevas mientras que las más viejas, más grandes y polvorosas, el almidón abunda.

Si tiene experiencia o tiene un verdulero de confianza, no tendrá problema en encontrar las patatas más adecuadas. Si, como muchos de nosotros, hace sus compras en el supermercado, tenga en cuenta elegir patatas nuevas, de pulpa amarillo y piel rojiza para estar segura.

Error número 2: ponerlas inmediatamente en la fuente de horno

Sobre el primer paso, hay pocas dudas: se pueden pelar y lavar o lavarlas y dejarlas con la piel (eliminarla si las patatas presentan puntos verdes, debido a la presencia de solanina, una sustancia oco saludable).

A continuación, cortarlas en trozos regulares para que se cocinen uniformemente, y no demasiado pequeñas, de lo contrario se secarán. Si ahora piensa que ya van al horno, se equivoca.

Si quiere conseguir resultados perfectos (patatas crujientes y no pegadas entre sí) todavía tiene que preocuparse del almidón.Una buena manera de hacerlo es cortarlas con antelación y dejarlas en remojo en un recipiente con agua fría durante 30-60 minutos.

Otro truco: la presalazón. Una pasada por agua salada hirviente durante no más de 5 minutos, hará que el exterior de las patatas resulte más compacta, menos propensa a que se rompa, y acortará el tiempo de cocción en el horno, lo que le permitirá que queden bien doradas en el exterior sin quedar crudas en su interior (o al contrario, que se cocinen en el interior antes de dorarse).

Algunas personas agregan una cucharada de vinagre al agua: de esta manera se forma una película en la parte exterior de los trozos de patata que, sin embargo, no a todo el mundo le gusta ya que cuando se muerde parece, precisamente, una película. Hay que probar y decidir.

Cualquiera sea el método de precocción, siempre escurrirlas muy bien y secarlas con una toalla, para no llevar al horno patatas húmedas que terminarán pareciendo hervidas.

Error número 3: sazonar con un chorrito de...

Las patatas tienen que estar bien engrasadas! Y saladas! Eso no quiere decir que deben nadar en aceite y tapadas de sal, pero que deben estar completamente recubiertas.

Para ello, ponerlas en la placa para hornear y sazonarlas con una pizca de sal, un poco de aceite o unos trozos de mantequilla aquí y allá ... bueno, no es un trabajo bien hecho.

Lo mejor es agregar el aceite (poco) y sal y mezclar bien con las manos hasta que todas las patatas estén bien untadas.

Error número 4: patatas muy apretadas

Hay que elegir el tamaño correcto de la fuente de horno. Las patatas, de hecho, se cocinan de manera uniforme y se dorarán sólo si están dispuestas en una sola capa. De lo contrario, las de arriba se secarán, mientras que las de abajo resultarán "hervidas". A pesar de que, como se verá en el próximo punto, las giremos de tanto en tanto. Y aún peor, las doradas y crujientes patatas superiores se ablandarán cuando se mezclen con las patatas más blancas que estaban en la parte inferior. En conclusión: recipiente grande y de un material que conduzca bien el calor, de mamnera que incluso la base se caliente.

Error número 1: olvidarse de ellas

Es cierto que lo bueno de la cocción al horno es que a mientras tanto, se puede hacer otras cosas. Pero las patatas necesitan que, de tanto en tanto - a pesar de las atenciones previas - nos acordemos de ellas, sino es probable que se adhieren entre sí y al recipiente de cocción.

No sólo, sí, como generalmente ocurre, el horno no tiene una temperatura uniforme, y calienta más en algunos lugares que en otros, mezclarlas de tanto en tanto o girar la bandeja, hará que todas reciban calor de manera uniforme.