Propiedades de la flor de saúco

Muchas plantas, flores y , además de ser comestibles, pueden emplearse como parte de la medicina natural, ya que resultan tener muchas propiedades favorables para la buena salud.

Todos hemos oído hablar del saúco y muchos hemos probado el exquisito sabor de esta fruta de color oscuro ya sea de manera natural, en mermeladas y en jugos. Pero lo que pocos conocemos, es que esta riquísima fruta en forma de bayas es producto de un árbol que pertenece a la familia de caprifoliáceas, que se caracteriza por tener un tronco de gran tamaño, de color verde oscuro y con flores blancas.

Pero aparte del especial sabor que tiene la fruta, sus flores que se producen en primavera y verano, ofrecen una enorme cantidad de beneficios para mantener la buena salud.

Uno de sus usos como parte de la medicina alternativa es su efecto antipirético, y es que esta flor puede bajar la fiebre, además de aliviar la irritación y disminuir la inflamación. También puede emplearse como antiinflamatorio y como laxante.

Combate el estreñimiento, limpia la sangre y las impurezas y pude usarse también para disminuir la inflamación de las encías y la garganta.

Incluso pueden utilizarse las flores más viejas para curar enfermedades de tipo respiratorio. El reumatismo, la gota y la artritis también pueden combatirse y se pude usar en niños con varicela y sarampión.

En algunos países, se utilizan las cabezas de las flores para adicionarlas en las bebidas de verano, y es buena para añadir sabor a otras frutas, jaleas y mermeladas.

Se conocen casos de personas que lo han usado para aliviar el dolor de ojos, tratar la piel irritada e inflamada, para úlceras en la zona bucal y para otro tipo de lesiones menores.

Para hacer una infusión con las flores de sauco, primero deben desmenuzarse y sobre ellas verter agua hirviendo para tapar y dejar reposar por algunos minutos. Se puede endulzar con miel para quitarles el amargor y se recomienda tomar una cucharada por taza, unas tres veces al día.

No está de más informar que algunos de sus compuestos pueden resultar tóxicos  y que solo deben usarse para infusiones sin tener que consumirse en grandes cantidades. Debido a ello, sus hojas quemadas se utilizan como insecticidas y la infusión de las hojas se emplea como repelente  para mosquitos y para rociar las plantas protegiéndolas de orugas y pulgones.

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