5 cosas que nunca hay que hacer durante las compras

Una vez había tiendas donde todo estaba en su lugar: la carne en la carnicería, frutas y verduras en la verdulería, la charcutería en los mostradores, ricos de delicatessen de de todos los tipos y así sucesivamente. Por supuesto, también estaban los mercados locales, pero en cualquier caso, el arte de hacer las compras era una prerrogativa casi exclusiva de las amas de casa, que en economía doméstica tenían título honoris causa.

Luego llegaron los supermercados y el enfoque de las compras cambió: ya no más sólo lo esencial, productos frescos para el consumo diario, sino muchos y muchos productos con tiempos de almacenamiento demasiado largos, dispuestos con una lógica precisa para fomentar la compra. Y el peligro está siempre al acecho! Algunos ejemplos? Aquí está la lista de los fracasos más épicos a la hora de hacer las compras.

1. Llegar impreparados.

Ir al mercado o supermercado es como ir a la guerra: requiere tácticas, estrategias y preparación mental (a veces también física). Llegar con un plan preciso nos libera de los riesgos y peligros que siempre están a la vuelta de la góndola o mostrador. Puede parecer trivial, pero la lista clásica es la mejor arma para hacer frente a esta batalla. Nunca depender únicamente de la memoria, siempre se corre el riesgo de olvidar algo y el ingrediente que falta seguramente será la causa de rotundos fracasos en la cocina. Si usted es de los nativos digitales, seguramente tendrá alguna app. para bajar, y sino, el clásico papel también funciona.

2. Ir con hambre.

La propensión a la compra es directamente proporcional a la sensación de saciedad, percibida por el estómago, en el momento en que se toma el carro. Tener cuidado: ir ya comido, tal vez incluso disfrutar de un poco de gula hiper calórica justo antes: el sentimiento de culpa de la dieta frenará el entusiasmo injustificado delante de las cosas apetecibles que se presentan delante nuestro.

3. Tener poco tiempo.

La prisa, se sabe, no es buena consejera y, sobre todo, no da el tiempo para reflexionar sobre las compras en términos de calidad y cantidad. Dos cositas para la cena tomadas al vuelo, en realidad podrían llegar a ser poco, o por el contrario, una provisión digna de un equipo de rugby. Las etiquetas también requieren una atención adecuada: ingredientes, alérgenos y especialmente vencimientos y precios. Un ojo también desatento podría hacer perder la súper oferta de ese producto que gusta tanto o el ventajoso descuento o beneficios sobre una marca no cocnocida, pero que podría resultar una agradable sorpresa.


4. Tomárse demasiado tiempo.

Por el contrario, hay quienes tienen demasiado tiempo para perder y ponen mucho cuidado en la elección. Leen todos los detalles de las etiquetas y, smartphone en mano, comprueban en Wikipedia el origen y las propiedades de los ingredientes desconocidos. Son los indecisos crónicos, capaces de tardar diez minutos en la elección del tipo de sal, los que siempre escuchan por el altavoz "Informamos a nuestros clientes que el supermercado está muy discutidas tiendas H24 hacen sospechar a la guardia nocturna de seguridad.

5. No considerar la capacidad de carga.

El supermercado tiene ventajas claras en términos económicos, pero a menudo se tiende a tomar demasiadas cosas y no estamos hablando de abundancia consumista, sino más bien de serias dificultades en el transporte de las bolsas llenas. En primer lugar, si se ha seguido el primer consejo se podrá elegir si optar por una cesta o carro. Tener presente la capacidad del porta equipaje: un vehículo pequeño no es lo mismo que un utilitario! Recordar que el maletero de la moto tiene capacidad limitada, pero por encima de todo, si se está de a pie, que el agua mineral en oferta no sea la razón para que provocarse una escoliosis.

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