Calabaza demasiado grande? Descubre cómo conservarla

Entre las hortalizas, la calabaza es quizás una de las más versátiles, que se adapta perfectamente desde el aperitivo hasta el postre; tal vez su único inconveniente sea el de limpiarla, cortarla y almacenar; especialmente si era tan hermosa que no resistimos la tentación de comprarla, pero resultó ser un poco demasiado grande para nuestras necesidades.


Cómo conservar la calabaza

Si después de haberla cocinado sobró una gran cantidad, existen diferentes maneras de conservarla y reutilizarla.


En la nevera

Una vez cortada, la calabaza se puede almacenar en el refrigerador, con cáscara o sin ella, hasta 72 horas. Solo hay que recordar cubrir el lado decorticado, es decir, lo que ya ha sido privado de cáscara, con una película, o ponerlo en un recipiente para alimentos para evitar que se seque. Una vez fuera del refrigerador, la calabaza está lista para ser preparada y cocinada, como si acabáramos de cortarla.


Congelada, en cubos

Si la calabaza es demasiado grande para consumirla completamente, se puede, después de haberla pelado y retirado las semillas con una cuchara, cortarla en cubos y colocarla en el congelador dentro de una bolsa o recipiente hermético. El tamaño de los cubos puede variar según las necesidades, solo es importante saber que la así conservada se cocinará aún congelada, por lo que los cubos deben ser de un tamaño funcional para la preparación para la cual se desea utilizarlos. Más pequeños para un risotto, más grandespara una sopa.


En frascos

Una calabaza demasiado grande puede ser la excusa para guardar un poco de otoño en un frasco, que llevará a la mesa el aroma de esa temporada cuando lleguen las primeras nieves o cuando se la extrañe en la primavera.

Por su sabor ecléctico, la calabaza se presta a ser conservada, convitiéndola en un complemento dulce, como una sabrosa y especiada mermelada, ideal para acompañar segundos platos y quesos.


Entera

Si la idea de que la calabaza es demasiado grande te hace posponer continuamente el cortarla, limpiarla y cocinarla, también la puedes mantener entera hasta el final del invierno, copnservándola a temperatura ambiente.

Para asegurarte de conservar el sabor y la fragancia intactos, lo ideal sería exponerla al cálido sol de otoño durante diez días, teniendo la precaución de llevarla al interior después de la puesta del sol, para evitar que la humedad de la noche la arruine.

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