¿Es dañino tragar goma de mascar?

Desde siempre hemos escuchado y creído ciegamente que no se debe tragar la goma de mascar o el chicle, ya que además de causar daños estomacales demora 7 largos años para ser eliminado del organismo.

Muchas veces son los padres y hasta los profesores quienes indican con seriedad a los niños, que masticar y tragar esta goma dulce, resulta casi como una enfermedad, y hasta se dice que es la causa de otros síntomas que se asocian a ciertas condiciones de salud.

Estas palabras y hasta consideradas como consejos, se brindan con el afán de impedir que se consuma esta golosina, que lo que sí provoca a ciencia cierta, es la acumulación de gases y flatulencias en el intestino.

Sin embargo, son muchos padres quienes entregan este chicle a sus hijos como forma de recompensa para que sean obedientes y tengan un buen comportamiento.

Se han conocido casos de niños pequeños que tenían miedo de ir al baño, y para conseguir que lo logren, les entregaron gomas de mascar. Uno de estos pequeños, de solo 4 años de edad, sufría de estreñimiento y seguía tragándose los chicles que lo llevaron hasta el hospital, donde fue sedado para ser atendido, sacándole una masa de la consistencia de este dulce en su recto.

Pero no existe ninguna base científica que asegure que tragar chicle signifique esperar 7 años para poder digerirlo y eliminarlo. En realidad, la goma de mascar está elaborada de una base de goma, endulzantes, sabores, suavizantes y preservantes, ingredientes que se descomponen rápidamente y son excretados con facilidad sin convertirse en problema alguno para el sistema digestivo.

Al tragar un pedazo pequeño de chicle, este encontrará su camino para salir a través del tracto digestivo, incluso se sabe de monedas que muchos niños tragan y que son eliminadas de manera natural, lo que nos advierte que la goma de mascar, al ser más suave, también es evacuada con facilidad.

Todo esto deja en claro que tragar, de forma esporádica, pequeños trozos de chicle no tendrá ningún efecto negativo para el organismo, pero se debe tener mucho cuidado con los niños que al no pensar en las consecuencias debido a lo inocencia de su propia edad, pueden seguir masticando y tragando grandes cantidades de chicle que, a la larga, los lleva a hacer atendidos en un centro de salud.