Grecia: la salud está en la mesa

Inmersa en el Mediterráneo, Grecia es la patria de la buena cocina, especialmente de la dieta mediterránea. El arte culinario del lugar se basa en técnicas simples y combinaciones originales que apuntan a resaltar las propiedades de los productos de temporada.

El aceite de oliva, el pescado y el yogur son algunos de los protagonistas indiscutibles de las mesas griegas: alimentos simples y nutritivos capaces de satisfacer el paladar y la cintura.

Entre los muchos beneficios de las recetas provenientes de las pequeñas islas del Mediterráneo está el alto porcentaje de grasas monoinsaturadas que aportan, respecto a las grasas saturadas: el aceite de oliva es conocido en todo el mundo, ya que es un verdadero escudo protector para nuestra salud, ayudando a proteger el organismo contra las enfermedades cardiovasculares y los problemas relacionados con el colesterol.

Incluso el consumo moderado de alcohol, y particularmente el vino tinto, parece tener efectos positivos sobre nuestro organismo, ya que tiene efectos beneficiosos sobre la digestión y aumenta las secreciones gástricas.

Además, el alto consumo de hortalizas y verduras permite proteger al organismo de la acción dañina de los agentes patógenos, tales como los radicales libres, reduciendo el riesgo de cáncer en la zona digestiva y alejando el riesgo de infarto y diabetes.

Pero no sólo, en la cultura griega no debemos olvidar el papel desempeñado por los cereales: el alto contenido de fibra, carbohidratos y proteínas identifican a los cereales como una alternativa viable a la carne, garantizando una dieta baja en grasa.

También las frutas, que permiten que el organismo almacene las vitaminas necesarias para mantenerse saludable.

Las mesas griegas, además, están llenas de hierbas y plantas aromáticas con importantes propiedades antioxidantes.

Por último, pero no menos importante, el alto consumo de pescado y el bajo consumo de carnes rojas contribuyen a la reducción de las enfermedades cardiovasculares, artritis, reumatismo y cálculos del riñón.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios