El estudio incluyó a 16 hombres jóvenes en perfecto estado de salud, que fueron divididos en tres grupos: el primero comió ensalada de tomates, zanahorias, lechuga, espinacas y bayas de Goji; al segundo se le dio la misma ensalada, pero con la adición de un huevo y medio revuelto; el tercer grupo, finalmente, recibió la misma ensalada pero con tres huevos revueltos mezclados los vegetales.
Los resultados finales del estudio demostraron que la absorción de carotenoides por parte del último grupo, fue de tres a nueve veces mayor, en comparación con los otros dos grupos.
Los carotenoides contenidos en la ensalada eran beta-caroteno, alfa-caroteno, licopeno, luteína y zeaxantina, estos dos últimos también presentes en la yema del huevo.
El prof. Campbell cree que los efectos en este pequeño grupo de jóvenes puede extenderse a todas las edades. Además de ésto, ya ha previsto un nuevo grupo de trabajo para investigar los efectos de los huevos en los otros nutrientes solubles en grasa, tales como la vitamina E y la vitamina D.
Comentarios sobre este artículo (0)