Espinacas

Espinacas

Las espinacsa (Spinacia oleracia L.) son las hojas de la planta del mismo nombre de la familia Chenopodiaceae. Se encuentran entre las plantas más populares en el mundo, y son famosas por su alto contenido de hierro, que en realidad es poco asimilado por nuestro organismo. Su origen es incierto, algunos dicen que provienen de Persia y que fueron traídas a Occidente por los árabes durante su invasión, alrededor del año 1000. En el siglo XV fueron llevadas a América por los colonizadores.

La espinaca es un remineralizante de gran valor nutricional que tiene propiedades antianémicas, depurativas y ligeramente laxantes, gracias a la celulosa que contiene.

Contienen una gran cantidad de clorofila, esencial para fijar el calcio, fósforo y magnesio en la estructura ósea. Contine también vitaminas A, C y B9, además de hierro, magnesio y calcio. Sin embargo, también contienen ácido oxálico y por lo tanto están contraindicado para las personas que sufren de artritis.

Al comprar espinacas frescas hay que asegurarse de que tengan un color verde brillante y uniforme, y que la supergicie de sus hojas no se presente amarilla, oscura o descolorida. Los tallos debe ser fuertes, sin brotes y sin grandes cantidades de tierra.

Para lavarlas adecuadamente se comienza cortando el tallo en la base, lavando luego las hojas en abundante agua fría,  hasta que todas las impurezas se eliminen, pero cuidando de no dejarlas en remojo ya que perderían muchos de sus nutrientes. Como la superficie de sus hojas es áspera, atrapa mucha tierra por lo que es recomendable enjuagarlas varias veces.

Para cocinarlas es preferible una breve cocción al vapor o durante apenas un par de minutos sólo con el agua que retuvieron del lavado.

Las espinacas son muy versátiles y se puede preparar de varias maneras, las hojas jóvenes y tiernas pueden comerse crudas o al vapor; cocidas se preparan en guisos, estofados, sopas, ravioles, canelones, fritas, en puré, en ensalada, solas con aceite, sal y pimienta y jugo de limón, o acompañadas de queso parmesano. Son excelentes salteadas con un poco de cebolla o ajo y aceite, o con una salsa blanca ligera, y a menudo se combinan con queso ricotta en pastas rellenas. Son la base de diferentes tipos de pasta verde: lasaña, fusilli, spaghetti, etc

Aporte nutricional cada 100 gr.

Energía: 21 Kcal
Proteínas: 2.6 g.
Hidratos de carbono: 0.61 g.
Fibra: 2.6 g.
Lípidos: 0.3 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.16 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.03 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.015 g.
Vitamina A: 589 µg.
Vitamina B1: 0.092 mg.
Vitamina B2: 0.2 mg.
Vitamina B6: 0.22 mg.
Vitamina C: 40 mg.
Vitamina D: 0 µg.
Calcio: 117 mg.
Hierro: 2,9 mg
Sodio: 69 mg.
Ácido fólico: 145 µg.
Yodo: 12 µg.
Potasio: 554 mg.
Fósforo: 46 mg.

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