Las fresas, el orégano y la pasta de tomate ideales para la lucha contra el cáncer

El es la enfermedad más temida de los últimos años y, en especial el cáncer al esófago se ha convertido en la afección más común del mundo. Muchos especialistas y oncólogos han estudiado las células del carcinoma para encontrar algún tipo de alimento que ayude a prevenir esta enfermedad.

Anteriormente, se había demostrado que las fresas liofolizadas, congeladas en un primer momento y después secadas en una cámara al vacio, inhibían la aparición y el crecimiento de tumores en roedores. Esto hizo que los especialistas, se decidieran a investigar también con seres humanos.

Por eso se recluto a 36 pacientes en China con una displasia en el esófago, realizándoles una biopsia antes del estudio.
Por espacio de seis meses, estas personas consumieron 30 gramos de este tipo de fresas que eran disueltas en un vaso con agua dos veces al día.

Posteriormente, se comprobó que en 29 de los pacientes, disminuyó el grado de la lesión con un crecimiento más lento.

Se dejo claro también, que aun no se conocen exactamente cuáles son los compuestos anti cancerígenos de las fresas, porque estas contienen una enorme variedad de vitaminas y minerales.

Las fresas que se empelaron en la investigación y que fueron liofolizadas, son 10 veces más concentradas que las comunes, pero de igual forma pueden brindar muchos beneficios al ser consumidas en su forma natural.

Por otro lado, los enfermos de cáncer a la próstata también recibieron una buena noticia. Al parecer dos ingredientes básicos de la pizza como son el orégano y la salsa de tomate, tienen propiedades que pueden combatir este mal.

Se ha comprobado que el orégano tiene un componente llamado carvacrol, que podría luchar positivamente contra este tipo de cáncer.

El orégano tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, pero sus efectos sobre las células cancerígenas elevan su categoría al de otras especies como la cúrcuma. Al ser usada en los alimentos, se convierte en un compuesto seguro provocando un riesgo menor de efectos tóxicos.

Antiguamente, algunos especialistas ya habían demostrado que la pasta de tomate, reduce el riesgo de padecer cáncer. Esto será gracias al licopeno, una sustancia que tiene este fruto rojo y que sigue dando resultados positivos, convirtiéndose incluso en una terapia muy prometedora u eficaz con pacientes que sufren cáncer de próstata.

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