Las mil virtudes del diente de león

Poco importa si se le llama diente de león, o achicoria selvática: el Taraxacum officinale, esa planta de flor amarilla muy común en nuestros prados, es buena para el organismo, debido a su capacidad para aliviar diversas dolencias. Por otra parte, no es casualidad que su nombre científico se derive de la combinación de las palabras griegas "tarakè" (agitación) y Akos (remedio). Las propiedades de esta planta ayudan a componer aquello que no anda bien en nuestro organismo.

Diente de león, una planta, mil usos

Los valores nutricionales del diente de león permiten utilizarlo tanto como alimento o como hierba curativa. De esta planta se utilizan la raíz, las flores y las hojas. La raíz se cosecha de junio a septiembre (hemisferio norte) y las hojas de octubre a abril, para consumir frescas o incluirlas en deliciosas recetas. Sin embargo, siempre hay que tener cuidado con el lugar donde se recogen: el diente de león crece en todas partes, desde prados hasta el borde de las carreteras, y cuando se los recoge hay que evitar los lugares más transitados o expuestos al humo de automóviles.

Calorías y valores nutricionales del diente de león

En 100 gramos de hoja de diente de león están contenidos 45 kilocalorías y los principales macronutrientes son proteínas (2,7 gramos) y carbohidratos (9.2). Carente de colesterol, el diente de león favorece la digestión y la regularización del intestino gracias a la presencia de fibra alimentaria, 3,5 gramos por cada 100 grampos. En porcentajes bastante altos también los minerales, especialmente calcio (187 miligramos c/ 100gr.) y potasio (397mg); completan el cuadro dosis masivas de vitamina C (35 mg, 58% de la dosis diaria recomendada) y vitamina A (508 microgramos, 63% de la dosis diaria recomendada).

Qué cura el diente de león

Si los valores nutricionales del diente de león son perfectos para complementar una dieta equilibrada, las propiedades medicinales de esta planta hacen que sea aún mejor. El diente de león, de hecho, se recomienda para aquellos que sufren de enfermedad hepática: La vitamina C y la luteolina mantienen el buen funcionamiento del órgano y el flujo regular de la bilis, combatiendo el riesgo de aparición de ictericia y otras enfermedades del hígado.

Los antioxidantes y propiedades desinfectantes también ayudan a la vesícula biliar y al tracto urinario, mientras que la fibra reduce el colesterol y el potasio la presión arterial.

El jugo de diente de león también estimula la producción de insulina en el páncreas, manteniendo constantemente el nivel de azúcar en la sangre y combatiendo la diabetes.
Por último, hay que señalar los beneficios en el tratamiento de enfermedades de la piel y acné durante períodos de cambios hormonales.

De la ensalada al café

Una de las maneras más fáciles de utilizar las propiedades nutritivas y curativas del diente de león es preparar elíxires desintoxicantes como jugos y decocciones: se sumergen las flores en agua tibia y se dejan macerar durante algún tiempo antes de beber el líquido. Con las hojas de diente de león cubiertas con alguna pasta se pueden preparar sabrosas frituras, también tortillas o saludables ensaladas, además de un tipo particular de vino, muy útil para desintoxicar el hígado. Con los brotes se prepara mermelada mientras que la raíz puede ser tostada para obtener una alternativa saludable al café. En Europa se lo bebía en las campañas bélicas, cuando el verdadero café no estaba disponible; hoy lo consumen aquellos que tienen dificultades en la digestión.

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