Los mitos con respecto a la yema del huevo

El huevo es un alimento bajo en calorías con alto valor nutritivo debido a su aporte de proteína de alta calidad biológica. Contiene aminoácidos esenciales en las cantidades justas, vitaminas del complejo B, ácido fólico y biotina facilitando y mejorando la función cerebral y energética. También posee vitaminas liposolubles con función antioxidante como la A y la E; y las relacionadas con la absorción del calcio a nivel intestinal como la vitamina D.

Pero, a pesar de sus múltiples beneficios para la salud, existen una serie de mitos y cantidad de preguntas que parecen no haber sido respondidas de una forma acertada, como por ejemplo si comer la yema engorda o hace algún daño.

Y si, parece que la yema es la parte más temida ya que se le ha atribuido la característica de hacernos engordar, elevar los niveles de colesterol y todo lo malo para la salud. Sin embargo, los nutricionistas recomiendan consumir el huevo completo debido a que las proteínas figuran en la clara como en la yema.

También pueden encontrarse componente antioxidantes como luteína y zeaxantina, que protegen el organismo disminuyendo el riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Se ha confirmado que el huevo completo no engorda ya que posee entre 70 y 75 calorías menos que una porción de frutas.

En cuanto a los pacientes con diabetes y con hipertensión, se han realizado una serie de investigaciones concluyendo que su consumo no incrementa el nivel del colesterol en la sangre ni la presión.

Las mujeres embarazadas y los niños deben ser los principales consumidores de huevo debido a su aporte de colina, elemento esencial para los procesos metabólicos, de crecimiento, desarrollo y mantención de estructuras sobre todo del sistema nervioso.

Se recomienda en bebés a partir de los 8 meses de edad, y en los niños que hayan tenido antecedentes de alergias consumirlo después del año.

Gracias a su alto poder antioxidante resulta muy eficaz para los adultos y adultos mayores al reducir significativamente la pérdida de masa muscular que se produce con el paso del tiempo, a la vez que retarda ciertas enfermedades degenerativas.

En cuanto a la interrogante que se refiere a cuantos huevos deben consumirse a la semana, los especialistas sugieren que con 3 es lo adecuado, pero se debe tener en cuenta que comer uno al día es lo ideal. Es mejor comerlos cocidos en lugar de fritos o revueltos, a no ser que se cocinen en agua y que se incluyan en la dieta diaria cantidades adecuadas de fibra de tipo soluble, se realice actividad física y se consuma abundante agua.

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