La diferencia entre el pan integral y el pan blanco

El pan es uno de los alimentos más importantes para el organismo, motivo por el cual figura como base de la pirámide nutricional. En su composición contiene hidratos de carbono, es decir se convierte en principal fuente de energía que todos necesitamos para vivir y poder desarrollar distintas actividades diarias.

En tiempos pasados el pan solo se obtenía triturando los granos de los cereales de forma completa, lográndose un pan lleno de componentes nutricionales. Pero con el paso de los años se obtenía un grano más fino, gracias a los molinos, y con el afán de hacerlo durar más tiempo, algunos panaderos eliminaron los lípidos, las vitaminas y los minerales, ofreciendo un pan menos nutritivo.

De ahí nace el pan blanco, que al ser más solicitado desplazó al pan integral ignorando que este último es fuente de fibras, vitaminas y de otras muchas que mejoran la salud.

El pan integral conserva mayor cantidad de nutrientes porque el grano de trigo o del cereal empleado se mantiene más entero aportando muchas vitaminas y minerales.

Cuando la gente prestó interés en temas de nutrición, comenzaron a preocuparse también por las vitaminas, proteínas, grasas y demás nutrientes que consumían y se volvió al consumo del pan integral.

Los cereales son integrales por naturaleza y para hacer el pan blanco se le tiene que quitar la fibra y por consiguiente se pierden las vitaminas del complejo B que están en la cáscara.

La enorme diferencia que existe entre ellos es el aporte de fibras alimentarias vegetales que están presentes en el pan integral. Estas fibras reducen la absorción de nutrientes pero ayudan en el tránsito intestinal de los alimentos actuando efectivamente sobre la flora microbiana intestinal.

En general ambos tipos de pan ofrecen carbohidratos, proteínas y grasas, siendo la mayor diferencia las vitaminas.

Es verdad que el pan blanco puede digerirse mejor que el integral, pero tiene un bajo contenido de fibra, haciendo que aumenten las posibilidades de estreñimiento.

Cuando se consume pan integral obtenemos , B1 y B2, minerales como hierro y fósforo, proteínas completas y ácidos grasos.

También se ha comprobado que disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, debido a que la fibra disminuye el colesterol malo, reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno.

Previene contra el cáncer, en especial el colorrectal, también disminuye el riesgo de padecer diabetes y nos aleja de la obesidad.

Mejora el funcionamiento intestinal regularizando el tránsito lento, previniendo la constipación, y es ideal para los niños. Los especialistas recomiendan incorporar alimentos integrales en la dieta infantil desde el séptimo mes de vida apoyando en su crecimiento y desarrollo.

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