Cada cocinero, profesional, amateur o simple ama de casa, tiene “ese” cuchillo que le resulta perfecto “para casi todo”. Mantenerlos siempre afilados y en buenas condiciones es fundamental para prolongar su vida útil. Aquí algunos consejos de uso y cuidado para que estas herramientas brinden toda su utilidad.
Nunca lavarlos con agua caliente ni dejarlos reposar en agua hirviendo. Lavarlos con agua fría con detergente.
La forma correcta de usar un cuchillo es tomarlo siempre del mango (nunca del acero para evitar accidentes) y con la otra mano formar un "piano" con los dedos índice, mayor, anular y meñique y esconder el pulgar detrás de ese piando.
Cuando se usa cuchillo sobre superficies como tablas de madera muy duras o plásticos muy densos, tiende a arruinarse rápidamente el filo.
La hoja del cuchillo debe deslizarse sobre la segunda falange del dedo mayor y estar inclinada hacia delante.
Usarlos siempre bien afilados, ya que es más peligroso un cuchillo mal afilado que uno bien afilado. Si esto no se cumple, podemos cortarnos y hacemos más fuerza de la debida.
No golpear contra la superficie en forma recta. La mejor manera es hacerlo a 45 grados con el ángulo hacia fuera para evitar cortes. Deben guardarse en fundas especiales o en tacos de madera. Los cuchillos guardados en un cajón pueden enromarse y constituyen un peligro para los dedos.
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