EL CALDO TIENE MUCHA GRASA
Se le ocurrió hacer puchero y quiere aprovechar el caldo, pero está horriblemente grasoso, no hay tiempo para meterlo en la heladera y esperar que se forme la capa de grasa dura arriba, luego fácilmente eliminable. Pues bien, improvise un desgrasador, envolviendo unos cubitos de hielo en una servilleta y páselo en redondo. Los ojos de grasa se adherirán. Si está a mitad de camino, un poquito solidificada, retírela con una hoja de lechuga a modo de cuchara.
EL TUCO DE LA AMARGURA
Uno revuelve, combina y, ¡uf!, descubre que el tuco salió amargo y no puede entender por qué. La razón -o la sinrazón- está, seguramente, en las semillas del tomate. Eliminarlas la próxima vez y corregir ahora con un poquito de azúcar.
ESPERANDO AL KETCHUP
Nada más exasperante que esperar que el ketchup salga de la botella. Pueden pasar horas y se puede acabar -sin que haya sido nuestra intención- ocupando sitial de honor en el Libro Guiness de los Records. La clave para acabar con la más larga de las esperas gastronómicas es introducir una pajita hasta el fondo de la botella. Esta transmitirá aire a las profundidades coloradas y se acabó el problema.
MAIZ EN COLORES
Mucha gente piensa que el choclo color amarillo claro tiene mejor gusto que el choclo color amarillo cromo o Van Gogh. No es cierto pero ¿por qué no darles el gusto? Añada un chorrito de vinagre al agua en la que se hierven los choclos y todo se aclarará sin que por eso cambie el gusto.
PELANDO AJOS
Cuesta pelarlos y los vampiros rodean la casa. Sumergirlos en agua caliente es lo indicado.
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