Comerse 12 uvas acorde con las campanadas, sin atragantarse, y usar la lencería roja, es el primer paso para comenzar un próspero año.
Para afianzar la relación de pareja, atraer el amor duradero y la pasión, atar una cinta roja en la mano izquierda.
Las copas de champagne o cava pueden ayudar a conseguir dinero y amor. Para ello, introducir un anillo de oro en la copa durante la celebración para conseguir el éxito económico, y si lo que se necesita es estabilidad emocional, el anillo que sumerjamos debe de ser nuestra alianza de bodas o alguna sortija regalada por nuestra pareja.
Otro rito que también llama a la riqueza y a la abundancia, es introducir un billete de dólar en una bolsa verde, cosida con hilo verde, no sin antes haberlo tenido entre las manos durante las campanadas; o poner un diente de ajo dentro de la cartera justo después de las campanadas, una tradición que promete atraer dinero durante el nuevo año.
Si lo que se desea es la concordia y paz en el hogar, la canela es la indicada. Poner a hervir durante media hora siete varas de canela en rama antes del final del año, cerrar las ventanas y dejar que la casa se impregne del olor, así se purificará y el nuevo año vendrá con tranquilidad.
Los más supersticiosos afirman que hay que escribir tres deseos en un trozo de papel antes de las 12 campanadas y pisarlo con el pie derecho durante el cambio de año. Después habrá que quemar el papel con una cerilla y dejarlo arder en un cenicero. Según la parte de papel que se queme, se cumplirán uno, dos o los tres deseos.
Hay quien dice que encender velas de color azul durante el cambio de año trae paz; si son amarillas tendremos abundancia; las rojas traerán pasión; las blancas, claridad; y las anaranjadas, inteligencia.
Si lo que se desea es viajar, la solución es sencilla: darse una vuelta por la casa con una maletas y colocarlas después junto a la puerta hasta que entre el nuevo año: viaje asegurado!
Por último, para atraer la buena suerte, ahuyentar la soledad y sentirse querido, poner tres limones verdes en cada habitación a lo largo de día 31 y retirarlos sobre el mediodía del día siguiente. Un alegre futuro está asegurado.
Pero para todos los escépticos, lo mejor será enfrentar el nuevo año con serenidad de espíritu, intentando con firme voluntad encarar todo los desafíos que se nos presenten con actitud positiva y alegría en el corazón, a pesar de las adversidades, esperando que no sean muchas.
Feliz Año Nuevo!
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