Se trata de la corteza del canelo, un arbusto de flores blancas, que se enrolla sobre sí mismo. El árbol es nativo del sudoeste de India y Sri Lanka. Llegó a Europa en el siglo XVI. Hoy en día, el cultivo se ha extendido a Seychelles, Java, Sumatra, Brasil y Jamaica, pero la isla de Ceilán es, aún hoy, el mayor exportador de canela en el mundo.
Los expertos recomiendan las que provienen de Ceilán y de China. Las más pálidas son las mejores, el color indica que provienen de plantas más jóvenes.
Presente en las comidas desde la antigüedad, se dice que su búsqueda fue el motor de muchos de los viajes de la historia, como los protagonizados por Marco Polo y hasta motivo de una guerra, la de la canela, en el siglo XVI.
Nunca debe comprarse la canela en polvo sino en vainas. La canela de Ceilán es de vaina larga, delgada, de color "camello" ; bien entrelazada, muy quebradiza y aromática, y tiende a formar tubos, por su método de secado. La canela china, por el contrario, no se enrula, es más gruesa, más amarronada y presenta algunas manchas negruzcas. Cuando las cortezas no se parecen a las de Ceilán, rechácelas.
Aunque tampoco se parezcan a la china: está la canela blanca, muy conocida en España, o la de Malabar, aún peores que la china.
La primera afinidad gastronómica de la canela no es el arroz con leche: es el vino. La canela estaba siempre presente en el vino especiado: una panacea y un reconstituyente durante la Edad Media y el Renacimiento: el famoso, hipocrás; que tanto amaba el caballero D'Artagnan. También Rabelais, en sus libros pantagruélicos, prefiere el hipocrás hecho sólo con vino, canela y azúcar.
Además de ser famosa por ser una especia afrodisíaca, tiene muchas propiedades: ayuda a reducir el azúcar en la sangre, la presión arterial alta y ayuda a reducir el exceso de peso, también facilita la digestión y estimula la motilidad intestinal, tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales, muy útil en período menstrual.
Su uso en la cocina es ancestral. Tradicionalmente, en Occidente, se utiliza en pasteles, especialmente frutales como el strudel de manzana; también en la fabricación de chocolates, dulces y pralinés; como aroma para la nata batida; en merengues, bizcochos, helados y licores diversos.
En los países del norte de Europa es un ingrediente esencial en los dulces llamados genéricamente "pan de especias". Algunas recetas tradicionales, sin embargo, incluyen su uso en guisos, estofados y arroces.
La tradición oriental la utiliza asiduamente en prepraciones saladas y como acompañamiento de carnes ahumadas o no. También se utiliza para aromatizar el té.
Conservación
La canela deben ser almacenada en bolsas o recipientes alejados de fuentes de calor y luz que podrían alterar su sabor y propiedades aromatizantes. Para evitar la pérdida de su sabor durante largas cocciones es aconsejable utilizar ramas naturales en lugar de polvo, que es más práctico para aromatizar un plato antes de servirlo.
Información nutricional por 100 gr.
Energía: 472 Kcal
Proteínas: 3.9 g.
Hidratos de carbono: 79.9 g.
Fibra: 54.3 g.
Lípidos: 3.2 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.53 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.65 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.48 g.
Vitamina A: 28 µg.
Vitamina B1: 0.077 mg.
Vitamina B2: 0.14 mg.
Vitamina B6: 0.31 mg.
Vitamina C: 28.5 mg.
Calcio: 1228 mg.
Sodio: 26 mg.
Ácido fólico: 29 µg.
Potasio: 500 mg.
Fósforo: 61 mg.
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