Antes de adquirir los moldes observe cuidadosamente la superficie interior, desechando el que presentara rayones, asperezas u otra anomalía que pueda reproducirse en la superficie del huevo de chocolate.
Limpie el interior del molde con un algodón humedecido con alcohol fino, secándolo cuidadosamente con algodón limpio.
Haga simultáneamente varios huevos para que su trabajo le rinda. 500 gr. de chocolate le alcanza para 4 o 5 huevos de 10 centímetros de diámetro o uno solo de algo más de 15 centímetros, en tanto que una pieza de 20 cm de diámetro requiere alrededor de 700 gramos.
Como no se puede trabajar con cantidades muy justas, seguramente le va a sobrar chocolate. Úselo para hacer bombones agregándole fruta seca picada y depositando cucharaditas de la preparación sobre papel impermeable.
Funda el chocolate y dé temple de acuerdo a las indicaciones ya detalladas, colóquelo en el molde y hágalo correr hacia los bordes con ayuda de un pincel. Tenga en cuenta que el pincel sólo contribuye a un mejor deslizamiento del chocolate y las cerdas no deben ni siquiera rozar la superficie interior del molde. Limpie el borde de los moldes y póngalos boca arriba en una bandeja metálica forrada con papel manteca. Lleve a la heladera durante 5 a 10 minutos, hasta que el chocolate comience a secarse.
Repita la operación y lleve los moldes otra vez a la heladera, pero esta vez boca abajo. El chocolate va a demorar de 20 a 35 minutos en alcanzar la rigidez adecuada para desmoldarlo sin causar problemas. Si los moldes son de plástico blanco traslúcido se nota que el chocolate está despegado cuando el molde se ve blanco.
Ya seco, retoque los bordes raspándolos con un cuchillo y con los dos pulgares apoyados en la cara interna de la base empuje la pieza de chocolate hacia arriba para que se desprenda del molde.
Invierta el molde sobre bandeja forrada con papel blanco y retírelo con cuidado.
Disfrute del placer renovado de contemplar la superficie brillante del cascarón de su huevo de Pascua o de cualquier otra figura perfectamente moldeada. Ahora tiene que armarlos.
Como el contacto con los dedos queda registrado en la superficie del chocolate, elija vasos, compoteras o algún otro recipiente cuya boca tenga el tamaño adecuado para asentar las mitades de huevo con cierta seguridad.
Con ayuda de un cuchillo levante ligeramente un cascarón, introduzca por debajo los dedos índice de cada mano haciendo presión hacia afuera para que la pieza no se le caiga.
Invierta el cascarón y colóquelo sobre el soporte. La parte hueca quedará hacia arriba. Rellene la mitad del huevo con confites, caramelos y sorpresas. Con chocolate derretido y templado, haga un cordón de chocolate en el borde del cascarón.
Levante el segundo cascarón de la manera ya detallada y colóquelo sobre el primero haciendo coincidir ambos bordes.
Espere hasta que se seque el chocolate utilizado para unir ambos cascarones y decore el huevo de acuerdo a su gusto.
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