Este es uno de los métodos de cocción más simples, sanos y naturales para que los alimentos conserven todas sus vitaminas, minerales, y su color. Quedan muy aromáticos y apetitosos. La cocina al vapor permite cocinar los alimentos de manera económica, sencilla y sana. Por otro lado los alimentos mantienen su sabor y, los más importante, sus cualidades nutritivas.
Esta técnica culinaria consiste en cocinar los alimentos con el vapor que va soltando el líquido que hierve (suele ser agua al que se le puede añadir alguna hierba aromática). Los alimentos se colocan sobre una rejilla, que se encuentra dentro de un recipiente con agua en el fondo. Es fundamental que los alimentos no entren en contacto con el agua del fondo, ya que sino “coceríamos” o “herviríamos” en vez de cocinar “al vapor”.
Las vitaminas y los nutrientes de los alimentos no se pierden en el agua que sirve para cocerlos. La materia prima debe ser fresca y de calidad, ya que la cocción al vapor potencia el sabor natural de los alimentos. Otro punto a favor es que si preparamos varios alimentos, no se mezclan entre sí, de manera que podemos degustar uno por uno la inmensa riqueza y variedad de sabores que albergan los alimentos.
La cocción al vapor tiene sus orígenes en una modalidad milenaria que proviene de Oriente. Es una opción sumamente recomendable para cualquier tipo de persona: enfermos, niños, ancianos, obesos…
Muchos son los motivos por los que se aconseja este tipo de cocción:
- Se suprimen todo tipo de grasas o aceites.
- Los alimentos no se ven sometidos a frituras nocivas.
- No se alteran las vitaminas ni los minerales de los productos cocinados al vapor.
- Se conservan los aromas y sabores naturales de cada alimento.
- La comida resulta muy jugosa.
- No es necesario ir dando la vuelta a las carnes y los pescados, se cocinan homogéneamente.
- La comida ni se pega ni se quema.
Hay algunos secretos. Por ejemplo, conviene ubicar los tallos gruesos en el fondo del colador y las partes más tiernas arriba. Si el colador es grande se puede preparar un minipuchero con cualquier tipo de carne, colocando la carne al principio y más tarde los otros ingredientes.
Cuide que el líquido del fondo del recipiente no se evapore totalmente; conviene mantener aparte un recipiente con agua hirviendo para agregar cuando sea necesario sin retardar la cocción. Es útil colocar unas piedras pequeñas en el fondo de la cacerola: cuando hagan ruido indicarán que el nivel del agua se ha reducido demasiado.
Existen recipientes u ollas, que permiten cocinar más de una comida a la vez. Otros utensilios adecuados son el tamiz que se adapta sin problemas a cualquier tamaño de cacerola. Su base está perforada para no permitir el paso del calor y es metálico.
Cestillas chinas de bambú: Se pueden conseguir por un precio muy económico y comprarlas del mismo diámetro que el recipiente que se dese utilizar. Vaporizador eléctrico: Resulta muy práctico dado que se desconecta automáticamente cuando el agua se ha evaporado.
La manera más económica de cocinar al vapor, sigue siendo la de utilizar un simple colador, que se coloca sobre una olla con agua en el fondo. A continuación se tapará la olla y se esperará a que el vapor cueza los alimentos.
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