Un vaso de vino blanco frío o de vino espumante, o un cóctel es un buen comienzo para cualquier fiesta y ayuda a que los invitados se relajen.
Cuando invite gente, es una buena idea tener gran cantidad de bebidas alcohólicas y sin alcohol. Sin embargo, usted descubrirá que servir y volver a llenar los vasos es más fácil si las posibilidades de elección son limitadas.
Si puede, compre más bebidas de las necesarias al por mayor o con la condición de que podrá devolverlas si no las consume.
Calmo y Tranquilo
Un aspecto práctico que no hay que descuidar es asegurarse de que haya muchos sacacorchos y abridores de botellas, de modo que más de una persona pueda abrir las bebidas.
Es esencial que haya mucho hielo: hágalo por adelantado o cómprelo ya hecho.
Cuando el clima es frío, se pueden mantener los vinos en el exterior para que se enfríen; de otro modo, si el espacio en el refrigerador es limitado, las botellas pueden mantenerse frías en la bañera o en baldes llenos de agua y hielo.
Mesas Separadas
Prepare una mesa separada para las bebidas así las mesas de comida no están demasiado recargadas.
Es útil que alguien se ocupe de servir las bebidas, al menos al comienzo.
Otra posibilidad es que tenga copas de vino o de champagne listas para pasar en una bandeja.
Del aperitivo al postre
Cuando lleguen los invitados, déles la bienvenida con un aperitivo, por ejemplo un kir hecho con crema de cassis y vino blanco seco; Pimms, Champagne, u otra bebida burbujeante.
Una vez que haya servido la comida, ofrezca vino blanco frío, vino tinto, o ponche hecho en casa.
La elección del vino estará determinada por diferentes factores, como su presupuesto, sus preferencias personales, o el tipo de comida que sirva.
Elección del Vino
En general, para fiestas en las que sólo se bebe, los vinos burbujeantes, o los vinos blancos, como el Chardonnay y Sancerre, o los tintos livianos, como el Fleurie o Valpolicella, son muy aceptables.
En el caso de brunches, el Champagne, solo o mezclado con jugo de naranja, es ideal.
A la hora del almuerzo, elija vinos livianos, como Vinho Verde, Bordeaux, o un rosado seco.
Para una comida con carne, elija vinos tintos con mucho cuerpo, como el Chianti, Barolo o un Cabernet Sauvignon.
Con frecuencia, los cócteles tienen un sabor demasiado suave, pero pueden tener un efecto bastante letal, por lo tanto hay que ser juicioso con respecto a la mezcla de bebidas alcohólicas.
Es aconsejable tener una buena cantidad de bebidas sin alcohol, como sodas, jugos de tomate, agua mineral con o sin gas, gaseosas y jugos de fruta.
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