Recarga de energía
El queso es un alimento que tiene una buena densidad energética, por lo que una pequeña ración es suficiente para asegurar nutrientes como las proteínas y los ácidos grasos esenciales, que sobre todo para quienes se preparan para afrontar una actividad intensa como correr o pedalear, permiten entrenar mejor y alimenta más. Al mismo tiempo es un tentempié apropiado como snack de recuperación porque permite recuperar fácilmente la energía gastada durante la actividad.
Combinado con una rebanada de pan integral, fuente de hidratos de carbono complejos y fibras, que permiten evitar las fluctuaciones glucémicas, el queso es un aliado válido para contrarrestar el descenso de energía durante el entrenamiento y posteriormente recuperar el glucógeno quemado durante la actividad física.
Mejora la resistencia a la fatiga
Uno de los puntos fuertes del queso como snack para corredores o ciclistas es su riqueza en proteínas completas. Los aminoácidos esenciales de los que es fuente participan en el metabolismo energético y en la construcción y mantenimiento de la masa muscular. Además, junto con las vitaminas del complejo B, entre ellas la vitamina B12, facilitan la producción por parte del sistema nervioso de neurotransmisores que ayudan a sentir menos el peso del cansancio durante la carrera y el pedaleo.
Es bueno para los huesos
Correr y pedalear son excelentes aliados para la salud del esqueleto y las articulaciones. El queso potencia los beneficios de estas dos actividades. El calcio del que es fuente es altamente biodisponible, es decir, puede ser absorbido por los huesos. El mérito es de la presencia simultánea en este alimento de lípidos, vitamina D y vitamina A, que facilitan su asimilación, y de flúor y potasio, que permiten su mejor conservación.
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