Rescatando al freezer del olvido

Pasado el entusiasmo inicial, en la mayoría de los casos, el freezer no se utiliza en la forma adecuada, y por lo tanto no se obtienen las ventajas que el mismo puede brindar. No debería usarse sólo para almacenar carnes crudas, verduras o frutas blanqueadas. Debemos convertirlo en un verdadero restaurante al alcance de nuestra mano.  La idea es almacenar en el freezer una considerable cantidad de preparaciones listas para consumir.

El freezer es una de las ayudas  tecnológicas más avanzadas  para la mujer de hoy.  Por el intenso frío, 18 a 30 ° bajo 0, se produce en los alimentos un bloqueo de toda actividad microorgánica y enzimática, que los mantiene inalterables sin que pierdan su textura, sabor y aroma.

- Si no utiliza totalmente un trozo de carne al horno, cortarlo en rodajas y frezarlo separado entre sí con separadores, y embolsarlo. Para utilizar, calentar una lata de salsa de tomate, perfumarla con un cubo de hierbas congeladas, agregar las rodajas de carne y nata,  calentar y servir.

- Cuando sobra un trozo de torta, fraccionarla en porciones, envolverlas individualmente y congelarlas. Descongelar a temperatura ambiente o en heladera. Cubrir, si lo desea, con esta salsa exprés: cocinar 250 gr. de nata entera con 2 cucharadas de azúcar, 2 cucharadas de cacao y 1 cucharadita de café soluble, dejar enfriar y congelar. Para descongelar, sobre fuego suave, en microondas o a baño de María.

- Si prepara una tarta o pastel salado, haga dos, una la consume en el día y la otra la congela.

- Si prepara milanesas, haga algunas de más; las que no utiliza puede guardarlas empanadas crudas o ya fritas. Para congelarlas, separarlas una de otras con separadores para freezer, y luego embolsarlas.

- Cuando prepare alguna cazuela, acomode algunas porciones en un recipiente rígido y congele.

- Los tomates peritas se congelan separados; cuando están bien duros, se embolsan. Descongelarlos a temperatura ambiente o en microondas y quitarles la piel. Resultan similares a los tomates perita de lata.

Reglas básicas para congelar:

- No puede volverse a congelar un alimento que fue descongelado, salvo en el caso que cambie de estado, es decir, si se descongeló un alimento crudo, sólo puede volverse a congelar después de cocido.

- Todos los alimentos deben estar herméticamente cerrados y con la menor cantidad de aire.

- Si envasa líquidos, debe quedar un espacio libre, ya que éstos aumentan el doble de su volumen, y se puede correr el riesgo de que rebasen.

- Los alimentos deben entrar al freezer fríos, solamente los panes y repostería en general conviene guardarlos tibios, para que retengan su humedad natural.

- Congelar los alimentos de a uno por vez. Si se congela demasiada cantidad de golpe, se corre el riesgo de que el congelamiento sea muy lento y se formen cristales que malogran los alimentos al descongelarlos.

- Las verduras en general deben ser blanqueadas o cocidas antes de congelar. El blanqueo es una pre cocción que destruye las enzimas, evitando que se quemen por el intenso frío.

Las tres formas de descongelar:

1) A temperatura ambiente.

2) Pasando el alimento a la heladera.

3) En proceso de cocción: en microondas, en horno suave, a baño de María, sobre llama.

Los SÍ de la congelación:

- Se pueden congelar yemas y claras por separado.

- Los panes y facturas al descongelarlos en el horno toman aroma y textura como si estuvieran recién hechos.

- Se puede congelar gelatina cuando está mezclada con cremas, mousse, patés, etc., la materia grasa de estos elementos evita que la gelatina se derrita al descongelarla.

- Las frutas si son pequeñas, como frutillas o frambuesas, se congelan sobre una placa. Cuando están duras como piedras, embolsarlas. Si son frutas grandes, pelarlas, trozarlas y espolvorearlas con ácido ascórbico, azúcar o rociarlas con jugo de limón o almíbar, y también cocidas en compota o puré. El tiempo de conservación de las frutas grandes es de 6 meses; las pequeñas, 8 meses.

Los NO en la congelación.

- No se pueden congelar preparaciones sólo con gelatina, ejemplo áspic, porque al descongelar se vuelven líquidas.

- Los huevos con cáscara, pues los líquidos al congelar aumentan el volumen y Los huevos estallan.

- Las preparaciones que contengan fécula de maíz, sopas o mayonesa comprados, por ejemplo, porque se cortan al descongelarlas.

- Tampoco los huevos duros enteros, porque al descongelados la clara se cristaliza.

- Carne picada: es conveniente no congelar una porción demasiado grande, porque al descongelarla pierde sus jugos y con ellos sus valores; además resulta seca al cocinarla. Un truco para poder congelar 2 kilos de carne picada durante tres meses es realizando cuatro preparaciones de 1/2 kilo de carne cada una:

1) Preparar hamburguesas sin cocinarlas. Guardarlas separadas entre sí y luego embolsarlas.

2) Elaborar un pan de carne sin los huevos duros, envolverlo en papel film y envasarlo.

3) Realizar albondigones, acomodarlos separados en una placa, congelarlos, cuando están duros, embolsarlos.

4) Hacer un pastel de carne sin la cubierta de puré, cocinarlo, dejarlo enfriar y embolsarlo. En el momento en que se va a utilizar, cubrirlo con puré y colocarlo en horno bajo para descongelar, calentar y gratinar el puré. No es aconsejable congelar puré de papas porque al descongelarlo no toma buen aspecto.

* Recuerde cortar la tira de asado en porciones del tamaño de su asadera o de

Trucos para congelar pastas

- Las pastas cocidas pueden guardarse con o sin salsa, en bolsas o en recipientes rígidos, descongeladas a baño de María o en microondas.

- No congelar los ravioles en las mismas cajas en las que se compran. Colocarlos en placas en el freezer hasta que se endurezcan y luego embolsarlos. Para descongelar, sumergirlos directamente en agua hirviendo con sal.

- Las pastas crudas o cocidas con o sin salsa pueden guardarse hasta tres meses.

- Si se cocinan pastas para congelar, deben estar al dente. El intenso frío y el recalentamiento prosiguen su cocción.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios