Vino en la cocina: cómo utilizarlo en nuestras recetas

El vino es un excelente ingrediente para cocinar, o mejor para darle sabor a algunos platos. Pero, ¿cuál elegir? ¿Cómo usarlo? Y ¿qué efectos que tiene sobre la preparación?

Se puede partir de una premisa: el vino es ideal para darle un toque de sabor a las recetas. Muchas veces se piensa, erróneamente, que para dar sabor está bien utilizar un producto de inferior calidad, o tal vez ya abierto hace algunos días, o sea que no está en óptimo estado para beber. Una receta se puede realzar aún máscon el agregado de vino, así como por el contrario, puede ser arruinada si utilizamos una botella de vino con gusto a corcho o peor aún, casi avinagrado. En resumen, la calidad del vino se refleja también en el plato preparado.

¿Cómo elegir el vino para cocinar?

El vino para cocinar, por lo tanto, debe elegirse cuidadosamente. Otro falso mito es que su uso en recetas puede hacer que el plato sea "alcohólico" De hecho, el alcohol durante la cocción tiende a desaparecer: cuanto mayor sea la cocción, por tanto, menor será la presencia del vino, perceptible sólo como un enriquecimiento de sabores, dando más matices en el paladar.

Consejos finales para cocinar

Entonces, qué vinos son recomendados para cocinar? Una de las reglas básicas es elegir un producto joven, preferentemente uno nuevo.

Los vinos de guarda además de tener un costo más elevado, pueden "ocultar" el sabor de la receta, dándole un sabor demasiado fuerte.

Sin embargo, la elección también está relacionada con la receta: si la idea es preparar un plato de carne blanca, pescado o verduras, el ideal es el vino blanco (ideal también para sopas y galletas). Al contrario para salsas, carnes rojas, platos de arroz, y risottos el tinto responde mejor a las necesidades del plato.

Para dar un toque de calidad, por último, se debería hacer coincidir en la mesa el mismo vino utilizado para preparar el plato, evitando una disonancia de sabores.

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