A veces se crean asociaciones entre la comida y el vino que a menudo dependen de los hábitos de las personas, en relación con sus tradiciones y culturas. Los franceses, por ejemplo, expresan el carácter de un vino indicando con que tipo de comidas acompañarlo, como por ejemlo, un foie gras con un Sauternes.
En el caso de algunos alimentos, es muy difícil encontar el maridaje ideal con un vino adecuado, lo que también puede ocurrir con algunos tipos de cocina que tienen sabores muy fuertes o picantes.
Aquí hay algunas pautas para evitar caer en combinaciones "azarosas", o incluso "horribles" al paladar.
¿Qué vino para beber con ...
El aperitivo
Pensando en el aperitivo, los estadounidenses prefieren cócteles o whisky con soda y hielo; los franceses gustan del Champagne o del Pernod; mientras que los ingleses prefieren el Sherry y los italianos actualmente, eligen un vino espumoso seco o un vino blanco seco, fresco y afrutado.
Una comida sin pretensiones
Este tipo de comida suelen (y deben) ser acompañadas con un vino de la región, que tenga características similares a las de los alimentos.
Una comida importante
El maridaje correcto para carnes asadas, bistec, o platos principales muy elaborados, son los vinos igualmente importantes, utilizando las copas adecuadas y sin olvidar la temperatura justa de servicio.
La pizza
Como alternativa a la clásica cerveza, con la pizza también va muy bien un vino blanco seco, un rosado o un tinto seco ligero.
El chocolate
El maridaje del vino con el chocolate no es una tarea fácil, especialmente debido a la complejidad de este último ligada tanto a sus componentes como a sus características organolépticas. Muchas son las sensaciones que juegan tanto en la nariz como en el paladar, sin tener en cuenta las visuales, auditivas y táctiles, todas ellas igualmente importantes. Después de años de controversia acerca de esta dificil combinación, hoy se busca, y un poco también por moda, encontrar el acompañamiento perfecto para elchocolate.
Dada la complejidad del chocolate, el vino que lo acompañe debe tener:
- una estructura y complejidad altas
- taninos elegantes y suaves
- azúcar residual más o menos elevada
- suavidad envolvente
- intensidad gusto-olfativa
- persistencia aromática intensa (final prolongado).
De esto se desprende que se puede oscilar desde los vinos dulces, vinos de postre, aromatizados y licores, hasta las bebidas espirituosas. También es posible maridar el chocolate con algunos vinos tintos de cierto calibre.
Maridajes a evitar
- Platos con abundante cantidad de vinagre, por ejemplo, pescados marinados
- Ensaladas con mucho vinagre o limón
- Conservas de atún y otros pescados enlatados, como las sardinas o la caballa
- Frutas partularmente ácidas como el pomelo, piña y naranja
- Algunos platos de la cocina africana, sudamericana e india
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