Tahina

Tahina

La tahina o tahini es una salsa compuesta por una mezcla de semillas de sésamo y aceite de oliva; tiene la consistencia de una pasta y es ampliamente utilizada en la cocina de Oriente Medio. Su sabor recuerda a las nueces y los cacahuetes y tiene numerosas propiedades para la salud.

Se utiliza como condimento para muchos platos como el falafel, albóndigas de pasta frijoles o garbanzos; generalmente acompaña tomates y pepinos en rodajas; también es un ingrediente básico del hummus, una crema de garbanzos típica de los países árabes y del baba ganoush (puré de berenjenas). Combina muy bien con carne, especialmente cordero, y su sabor se ve atenuado por la combinación con ajo y zumo de limón.

Puede encontrarse en preparaciones dulces como el halva, con la adición de almendras y pistachos; y también se consume sobre el pan con miel.

A menudo se prepara en el hogar donde el resultado es un producto más saludable que el industrial, al que se añaden aditivos para estabilizar el compuesto.

Para preparar la salsa Tahina

Se necesitan:
200 gramos de semillas de sésamo (ajonjolí)
3 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra (o de otras semillas, si prefiere un sabor más suave)

En una sartén antiadherente tostar las semillas de ajonjolí sobre fuego medio-bajo hasta que empiecen a dorarse, bastan sólo unos pocos minutos, tener cuidado de no quemarlas. Dejar enfriar.

Moler muy bien las semillas en una licuadora o en un molinillo y añadir el aceite en forma de hilo. Continar mezclando hasta crear la pasta de sésamo.

Se puede comer de inmediato o se puede guardar en el refrigerador en un frasco de vidrio esterilizado.


Información nutricional

La Tahina tiene todas las propiedades del sésamo, es rica en vitaminas, especialmente del grupo B y minerales como el hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc.

Ayuda al buen funcionamiento del estómago, facilita el tránsito de los alimentos y estimula la formación de los jugos digestivos. Las sustancias presentes en las semillas de sésamo tienen efectos antioxidantes y reducen el colesterol. Su contenido de sesamina protege al hígado del daño causado por la oxidación.

Sin embargo, debe utilizarse con moderación, ya que, como todos los alimentos derivados de semillas enteras, es muy calórica: 100 gramos de pasta de sésamo tienen alrededor de 600 calorías; también debe considerarse la cantidad de aceite agregado, que puede elevar aún más la cantidad de calorías finales.


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