5 falsos mitos sobre el agua

El agua es el principal componente de nuestro cuerpo, un elemento esencial para la salud de nuestro organismo: tomarla durante el día nos permite mantenernos en forma y tener el nivel adecuado de hidratación, favorecer y estimular una correcta digestión y eliminar el exceso de toxinas. Mineral, natural, con gas o con burbujas, del tipo que prefiramos, el agua nunca debe faltar en nuestra dieta: sin embargo, a pesar de su "simplicidad", mucha de la información que circula sobre el agua está lejos de ser fundada.

¿Cuánta agua se debe consumir al día? ¿A qué horas del día? Estas son solo algunas de las preguntas que escuchamos a menudo y a las que no siempre es fácil dar una respuesta definitiva. Estos son 5 falsos mitos sobre el agua que deben ser desacreditados.


1. Beber con las comidas hace mal

¿Se debe beber agua durante o lejos de las comidas? Beber agua durante las comidas puede promover una digestión correcta y más rápida, sin embargo, prestando atención a la cantidad que no se deben exceder los 600 - 700 ml por comida, para evitar encontrarse con el efecto contrario. No se sabe con certeza quién decidió difundir la falsa creencia de que el agua no es un elemento esencial en nuestras mesas, pero se puede decir con certeza que este mito no tiene base científica: el agua debe tomarse durante todo el día, incluidas las comidas.


2. Beber mucha agua aumenta la retención de líquidos

Falso, beber mucha agua es un factor fundamental para estimular la diuresis y eliminar así el exceso de líquidos y, con ellos, las toxinas presentes en nuestro organismo. La retención de líquido suele estar provocada por otros factores como el sedentarismo y la mala alimentación y es por ello que el agua es un excelente aliado, junto a alimentos diuréticos y drenantes como las frutas y verduras.


3. El agua rica en calcio favorece los cálculos

El agua mineral puede contener más o menos cantidad de calcio. El calcio contenido en el agua mineral puede provocar la formación de cálculos: no, esto no es cierto en absoluto. El calcio es un mineral importante para nuestra salud y se ha demostrado que no existe una correlación entre la presencia de este elemento en el agua y la aparición de esta patología. Por el contrario, puede deberse (entre otros factores) a una dieta pobre en líquidos y calcio. Cualquiera que sea la composición y los valores del agua, quienes sufren de cálculos deberán beber mucho de ella para facilitar el trabajo de los riñones y la expulsión de los cálculos.


4. El agua rica en sodio es perjudicial para la salud

El sodio es un mineral muy importante para el equilibrio de nuestro cuerpo y tomar las cantidades diarias correctas solo puede promover la salud de nuestro cuerpo. ¿Y el agua? ¿Debemos temer al agua etiquetada como " alta en sodio"? Absolutamente no: si es cierto que no se debe tomar sodio en el caso de determinadas patologías, también lo es que para superar los niveles de sodio diarios recomendados debemos beber unos veinte litros de agua, una cantidad decididamente fuera de lo "normal".


5. El cloro es peligroso

A menudo escuchamos que el cloro con el que se trata y desinfecta el agua del grifo puede ser nocivo pero, incluso en este caso, es importante saber que se trata de una información que no tiene fundamento. El cloro utilizado para tratar el agua potable que fluye en nuestros hogares tiene un efecto desinfectante y antibacteriano y, en las cantidades adecuadas, no puede tener ningún efecto nocivo para nuestra salud; es cierto que el sabor en algunos casos puede no ser especialmente agradable, pero para remediar el problema basta con comprar una jarra con filtro, fácil de encontrar incluso en los supermercados corrientes.

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