Carne orgánica: ¿es realmente mejor?

La elección de la carne en particular presenta algunos perfiles problemáticos capaces de separar a los simples entusiastas de la cocina de los verdaderos profesionales.

Hoy nos ocupamos y preocupamos por un tema que ha dominado, en los últimos años, todos los niveles de la cocina internacional: ¿es realmente mejor la carne orgánica?

Este es un asunto de no poca importancia, dado que, además de ser inherente al sabor en el paladar, también afecta nuestra salud.

Respuesta corta: es una pregunta irrelevante

En cuanto al sabor de los platos, se puede decir sin temor a equivocarse que no es un tema relevante para el paladar. Los animales criados en las mismas condiciones tienen características muy similares, independientemente de si son animales criados orgánicamente o criados en el sector industrial.

Para hacer que el sabor de la carne sea diferente, el pastoreo, el tipo de alimentación, el área y la genética de la raza, son las características que más influyen.

Las pruebas a ciegas lo confirman

No hay expertos hasta el momento, sin importar cuan fino sea su paladar, que sean capaces de reconocer un animal criado de acuerdo con el método orgánico. Lo que hace la diferencia son las características que enumeradas anteriormente.

Sin embargo, la cuestión de la carne a utilizar no puede, por supuesto, limitarse sólo al sabor y la consistencia. También se debe considerar la cuestión de la salud.

Las carnes orgánicas son más saludables

Es innegable que las carnes orgánicas son más saludables ya que no contienen antibióticos u hormonas (aunque esto estaría prohibido por ley incluso para carnes normales) y, por lo tanto, son menos dañinas para los humanos.

Al elegir el ingrediente para nuestro almuerzo o cena, también se deben tener en cuenta estos factores.

Probar ambas y luego elegir

Para algunas categorías de productos (aves de corral por ejemplo), la elección siempre debe recaer en las carnes orgánicas. Para el resto, la elección es al menos personal: probar ambas y luego comparar cual se adapta mejor a nuestro paladar.