Cómo afilar cuchillos sin las herramientas adecuadas

Incluso los cuchillos de mejor calidad que se mantienen afilados durante más tiempo que otros más baratos, deben afilarse periódicamente. La razón de esto es que, con el uso, el filo de la cuchilla, es decir el filo de la lámina de acero, tiende a desafilarse, lo que hace que el corte sea más difícil e impreciso.

Para afilar los cuchillos existen herramientas profesionales disponibles en el mercado que, generalmente son bastante costosas, pero también hay algunos métodos alternativos gracias a los cuales, utilizando objetos de uso común que están fácilmente disponibles en el hogar, es posible afilar cuchillos más que satisfactoriamente. Estos son algunos meétodos caser para afilar los cuchillos de cocina.

Elegir el ángulo de afilado

Al afilar cuchillos, un aspecto fundamental a considerar es el ángulo de afilado, es decir, el ángulo de la cuchilla con respecto a la superficie utilizada para afilar.

El ángulo de afilado, que una vez elegido debe permanecer constante durante todo el proceso de afilado, puede variar desde 10 ° a más de 25 °.

Cuanto mayor sea el ángulo, mayor será el afilado, pero el corte será menos preciso. Por el contrario, si elige un ángulo pequeño, se necesitará afilar el cuchillo nuevamente después de un corto tiempo, pero se tendrá una cuchilla mucho más afilada.

Para los cuchillos de cocina se recomienda elegir un ángulo de afilado entre 17 ° y 22 °.

Afilar el cuchillo con la hoja de otro cuchillo

Uno de los métodos de afilado de cuchillos domésticos más conocidos es frotar la hoja del cuchillo contra la hoja de otro cuchillo.

Para ésto, tomar en una mano el cuchillo que se va a afilar y en la otra el que se usará como afilador y que debe ser de un tamaño igual o muy similar al primero.

Comenzar a frotar las cuchillas de los dos cuchillos, deslizándolos uno encima del otro, comenzando desde el lado de la cuchilla en contacto con el mango hasta llegar al extremo opuesto.

Una vez que la hoja del primer cuchillo se haya deslizado a lo largo de toda la segunda hoja, hacer el mismo movimiento para afilar el otro lado de la hoja.

Dependiendo de la dureza del acero de que está hecha la cuchilla, será necesario repetir la operación más o menos veces. Si es un acero bastante blando, serán suficientes 50 repeticiones o un poco más, mientras que para aceros más duros puede ser necesario repetir el movimiento incluso 100 veces.

Afilar los cuchillos con una taza o plato de cerámica

Es posible afilar cuchillos usando el fondo de una taza o una taza.

Colocar la taza boca abajo sobre una superficie plana. Sostener el cuchillo con una mano y sostener la taza o la tacita con la otra mano para que permanezca firmemente en su lugar.

Deslizar la cuchilla varias veces sobre el fondo de la taza o la tacita, repitiendo la operación en ambos lados de la cuchilla y la misma cantidad de veces. Como se mencionó anteriormente, el número de repeticiones necesarias varía según la dureza del acero.

La cerámica es un material suficientemente abrasivo para afilar cuchillos de manera eficiente. También es posible usar el borde de un plato de cerámica rota o astillada, siguiendo el mismo procedimiento ilustrado para la taza.

Otros métodos domésticos para afilar cuchillos

Si no se tiene ninguna de las herramientas mencionadas anteriormente, también puede afilar el cuchillo con una hoja de papel de lija de grano muy fino. Sin embargo, este método de afilado proporciona resultados menos precisos y menos duraderos.

Si recientemente se afiló un cuchillo, pero se desea refinar ligeramente el filo para que sea más fácil de cortar y hacerlo aún más preciso, frotar la hoja del cuchillo en el cuello de una botella de vidrio.

¿Cómo verificar que la cuchilla se haya afilado perfectamente?

Para verificar que el afilado del cuchillo esté perfecto, se debe comprobar que la hoja tenga dos características.

Debe estar perfectamente lisa: si se pasa algún objeto (como un palillo de dientes) a lo largo de la cuchilla, no debe encontrar ningún obstáculo o paso.

No debe reflejar la luz: al mirar la cuchilla de frente, verificar que no refleje la luz en ningún punto.