Cómo cuidar los alimentos del bebé

Es importante preservar la higiene y conservación de los alimentos destinados al bebé de la casa. Estas simples medidas ayudan a prevenir la diarrea e intoxicaciones típicas en bebés:

• Alimentar al bebé exclusivamente con leche materna; durante los primeros 6 meses es la mejor manera de prevenir la diarrea en los recién nacidos.

• Mantener limpio todo lo que se usa para cocinar y comer: Mesados de trabajo, cubiertos, tablas y trapos rejilla. Para desinfectarlos se puede usar agua con unas gotas de lavandina, enjuagando todo bien después. Donde se guardan los alimentos no hay que guardar ninguna otra cosa (productos de limpieza, insecticidas, etc.).

Separar lo crudo de lo cocido: Por ejemplo: si se corta un pollo cocido en la misma tabla y con los mismos cubiertos con los que antes se lo cortó en crudo, se puede contaminar la comida ya preparada.

• Cocinar completamente los alimentos: Cocinar bien los crudos y recalentar bien los cocinados (al menos, durante 10 minutos). La carne debe cocinarse hasta que no esté rosada en el centro.

• Conservar la comida a temperaturas seguras (o muy frías o muy calientes). Descongelar dentro de la heladera y nunca volver a congelar un alimento descongelado. Consumir los alimentos recién cocinados. Cuando los alimentos cocidos se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios empiezan a multiplicarse. Cuanto más tiempo pasa, mayor es el riesgo. Si no hay heladera, lo mejor es preparar la cantidad justa que se va a comer y no guardar sobras.

• Cuidar la higiene de las manos: Lavarse bien las manos con agua y jabón especialmente, antes de comer y de cocinar, después de ir al baño y luego de cambiar los pañales o higienizar al bebé.

• Cuidar la higiene de los alimentos: Lavar siempre muy bien las frutas y verduras antes de consumirlas.

• Usar agua potable: Si no hay o se tienen dudas, hay que tratar el agua corriente, agregando 2 gotas de lavandina por litro y esperando 1/2 hora antes de usarla. Otra opción es hervirla de 2 a 3 minutos.

• Usar alimentos seguros: Carnes rojas, aves y pescados son seguros cuando son de frigorífico o de origen conocido. La leche líquida es segura cuando fue pasteurizada. La leche en polvo es segura cuando se la diluye con agua potable.

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