Cómo funciona el termómetro de cocina y cómo usarlo

Cocinar es un verdadero arte y, como en todas las artes, se necesitan las herramientas adecuadas del oficio. No solo ollas, sartenes, cucharones y cuchillos: para una cocción óptima, es recomendable utilizar un termómetro de cocina, que permite medir la temperatura de las preparaciones en curso, mejorando así la experiencia culinaria. Te permitirá cocinar carnes o pescados de forma perfecta y profesional.


Termómetro para alimentos: cómo funciona

Después de comprar un termómetro de cocina, lo primero que hay que entender es cómo funciona. Se trata de un termómetro de inserción, que en un extremo está equipado con una aguja para perforar la carne, y en el otro un display que muestra la temperatura detectada. Estos últimos pueden ser analógicos o digitales. Algunos modelos también están equipados con símbolos que indican el punto de cocción correcto de diferentes tipos de carne. También existen termómetros súper profesionales, que son capaces de medir incluso temperaturas muy altas y que tienen la aguja separada de la pantalla.

Sea cual sea el modelo, este instrumento es capaz de medir con precisión la temperatura de la carne en su punto central, el más alejado del fuego, indicando con precisión el punto de cocción. Esto te permite poder cocinar la carne a la perfección, evitando que se seque debido a tiempos de cocción demasiado largos. Este sistema es especialmente útil para asados ​​o en cualquier caso para carnes que requieran una cocción prolongada.


Termómetros para alimentos: los principales tipos

Existen diferentes tipos de termómetros para alimentos, que varían según el uso que se haga de ellos. Está el termómetro de horno, que permite medir la temperatura del horno mientras se cocina. Está fabricado en acero inoxidable y se cuelga en la rejilla interior. Se utiliza principalmente para hornear postres.

El más habitual es el termómetro digital que se introduce en los alimentos para medir su temperatura durante la cocción, y es apto para carnes y pescados. Luego está el termómetro de sonda, que es uno de los modelos más versátiles, ya que sirve para múltiples tipos de recetas, y también sirve para medir la temperatura de la carne dentro del horno, pero también para líquidos, o para preparaciones. para poner en el congelador. También es útil el termómetro para freír , que permite comprobar la temperatura del aceite al freír.


Cómo usar el termómetro para alimentos

Después de comprender cómo funciona, la otra cosa que se debe saber es cómo usar un termómetro de cocina. Hay que hundirlo en el punto más alejado del fuego, pero alejado de los huesos o zonas grasas, que suelen estar más calientes. El termómetro identificará la temperatura actual e indicará la correcta. Una vez que alcance el valor preestablecido, se cocinará correctamente.

Para cocinar preparaciones más finas, como filetes, costillas o albóndigas, lo mejor es elegir modelos de lectura instantánea.

Por otro lado, cuando se necesite cocinar pollos, pavos o asados ​​grandes, es mejor elegir el modelo con sonda, que permite dejar el pasador dentro de la carne incluso durante la cocción en el horno, para mantener constantemente el control de la temperatura.

Después del uso, la aguja o la sonda deben lavarse inmediatamente con jabón y agua tibia. En cambio, las partes restantes deben limpiarse con un producto higienizante para la cocina.

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