Cómo se cocinan los brotes

Los brotes no serán el alimento más habitual en nuestras mesas, pero su precensia avanza cada vez más, y hay una razón!

La duda que siempre se presenta es cómo prepararlos, si a la sartén, al horno o en ensalada. Aquí están todos los secretos para convencer a los indecisos de que los brotes son deliciosos para comer. Su ventaja es que generalmente contienen los mismos componentes que la planta adulta, ¡pero en porcentajes mucho más altosy concentrados!

Brotes: propiedades y beneficios

Existen muchas variedades de brotes, cada una obviamente con sus propiedades, sus principios nutricionales y sus beneficios. Los más famosos son ciertamente los de soja, ricos en proteínas y bajos en grasa y calorías. Pero también hay otras variedades menos conocidas y más ocultas: pequeñas joyas de este vasto mundo que esperan ser descubiertas. Hoy conoceremos dos de ellos, pero hay muchos más para descubrir!

Brotes de rabanito o Daikon: perfectos para las dietas

El rábano en sí mismo es un vegetal asociado con la digestión: sus brotes son una verdadera panacea en este sentido. Tienen propiedades purificadoras que promueven la eliminación de toxinas, purifican el hígado de los desechos y ayudan a las enfermedades relacionadas con los riñones y la eliminación de los residuos de líquidos. Su contenido muy bajo en calorías y su sabor acre los hacen ideales en las dietas.

Brotes de frijol azuki: un suplemento natural

Originarios probablemente de Corea y Manchuria, este frijol es muy amado por los orientales, que lo utilizan principalmente para la preparación de dulces, hirviéndolos junto con azúcar. Los brotes de frijol Azuki son un excelente recurso de enzimas, aminoácidos y vitaminas. Ricos en proteínas, fibra dietética y lecitina, son un complemento natural perfecto. Especialmente para niños en crecimiento, para quienes tienen que recuperarse después de lesiones y enfermedades, para deportistas y para aquellos que sufren problemas relacionados con el cambio de estación. ¿Cómo comerlos? Sus posibles usos en la cocina son innumerables: crudos en ensaladas mixtas o en jugos y extractos o incluso procesados y untados en pan y, finalmente, en sopas y caldos o como guarnición.