Dieta mediterránea: los alimentos de la felicidad

La confirmación científica de los beneficios contra la depresión de este estilo de alimentación que caracteriza la tradición de los países mediterráneos, llega de un estudio español publicado en la revista Archives of General Psychiatry.

Entre 1999 y 2005, a diez mil personas sanas, se les pidió rellenar un cuestionario inicial sobre sus hábitos alimenticios. Después de casi cinco años, los investigadores encontraron entre los participantes, 480 nuevos casos de pacientes en los cuales, en el ínterin, se habían manifestado síntomas depresivos, verificándose una tasa inferior al 30% entre aquellos que siguieron la mediterránea típica, lo que confirma resultados de otros estudios previos en los que ya se había tratado de establecer una conexión con los hábitos alimenticios, entre los porcentaje inferiores de trastornos mentales registrados en los países del Mediterráneo contra los del norte de Europa.

Los mecanismos, como indican los autores del estudio, aún no estarían claros, pero el papel que juega la combinación de todos los elementos que componen esta dieta, podría ser más importantes que el desempeñado por cada uno de los componentes individuales. Es probable que exista un efecto de sinergia entre los ácidos grasos omega-3 (que se encuentran principalmente en el pescado azul) y los ácidos grasos poli-insaturados y antioxidantes del aceite de oliva, así como los flavonoides y otros fitoquímicos que se encuentran en frutas y verduras.

En resumen, comer cereales, pescado, aceite de oliva, frutos secos, legumbres y vegetales típicos de la dieta mediterránea, ayuda a mejorar la función vascular, reduce los radicales libres e incluso la depresión debido a la acción sinérgica de los diferentes principios que componen estos alimentos que, en conjunto, formarían, y lo saben muy bien nuestros abuelos, una combinación formidablemente saludable para la mente y el cuerpo.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios