El polen y sus propiedades

El polen es un suplemento natural que se obtiene de las abejas, estas lo recogen de las plantas y lo llevan hasta el panal en forma de gránulos que ellas se encargan de elaborar.  Los gránulos que son de diversos colores lo forman con el polen y con el néctar de las flores.

Propiedades del polen:

El polen cuenta con muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo, se ha convertido en un complemento que no debe faltar como parte de la dieta diaria por los beneficios que nos aporta e incluso podemos hacer una bebida energizante con él.

Es el producto de lo que secretan los órganos masculinos de las plantas, este se encarga de fecundar los órganos femeninos, quizás por todo esto es por lo que cuenta con muchos elementos indispensables para la vida.

El polen proporciona más fuerza y vitalidad ofreciendo más resistencia al cansancio y aumenta la capacidad intelectual. Por otro lado, podemos notar una serie de beneficios que contraatacan muchas enfermedades.

Posee además muchas vitaminas, proteínas y hormonas que ayudan en el crecimiento y no debemos dejar de mencionar los glúcidos, lípidos complejos, oligoelementos y diastasas que contiene.

El polen actúa como depurativo natural, es energizante y revitalizante, estimula el apetito, ayuda a eliminar la presión arterial y aumenta la capacidad para seguir trabajando.

Puede considerarse también para curar la anemia ya que aumenta la producción de glóbulos rojos y se recomienda mucho para tratar las úlceras ya que es un muy buen cicatrizante. Se recomienda mucho en personas débiles, estresadas, en convalecientes, en mujeres gestantes, en niños en etapa de crecimiento y para personas mayores.

Como un alimento lleno de medicina natural, se ha comprobado que el polen ayuda a evitar la prostatitis, puede servir en el tratamiento de varices, en problemas del intestino, hepáticos, para quienes padecen de diabetes, eccemas, asma bronquial, problemas de visión, ansiedad, irritabilidad y nerviosismo.

Sin embargo, para las personas con alergias no resulta muy favorable. Los adultos deben tomar una dosis de una cucharada al día y puede mezclarse con las comidas en caso el sabor no sea del todo agradable.