Los mejores protectores solares hechos en casa

A todas las mujeres nos encanta tener una piel bronceada por el sol para poder lucirla en la temporada veraniega. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el sol puede resultar dañino si abusamos de sus rayos y si no se utiliza un protector.

Es muy cierto que el sol nos regala además de un bronceado, salud y bienestar, nos da una sensación de buen humor y aporta vitamina D-3 de suma importancia para el cuerpo. También evita que se desarrollen células cancerígenas y reduce las posibilidades de padecer de cáncer de colon. La vitamina D-3 que aporta mejora el sistema nervioso y el riego sanguíneo del corazón.

El sol aumenta las defensas del organismo y evita que aparezca la depresión, previene lesiones y fracturas de la cadera ya que ayuda a asimilar el calcio del sistema óseo.

Pero también existen desventajas cuando se tiene una exposición prolongada y sin utilizar una protección adecuada para contrarrestar la radiación ultravioleta que irradia.

Esto hace que aparezcan eritemas, es decir enrojecimiento de la piel y que la lleva muchas veces a una quemadura.

Las quemaduras pueden ser de primer y segundo grado, pueden presentarse cataratas y otros trastornos de la vista, la piel se deteriora y puede presentarse envejecimiento prematuro, así como cáncer de piel y una serie de trastornos cutáneos.

Por eso si se quiere gozar de sus beneficios, es necesario protegerse de la mejor forma utilizando un buen protector solar. En el mercado podemos encontrar una gran variedad de protectores y bloqueadores solares, de muchas marcas y de todos los precios.

Pero si se prefiere un natural, se pueden preparar utilizando muy naturales como el que se hace mezclando 50ml de aceite de soja, aceite de nueces y aceite de aguacate.

Todos los ingredientes se mezclan bien y se guardan en una botella limpia y seca para aplicar en la piel, antes de la exposición al sol. Al ser un protector demasiado grasoso debe usarse con moderación.

Otro protector puede hacerse derritiendo una cucharada de lanolina en baño María, otra de aceite de coco y dos más de aceite de sésamo. Antes de unir todos los ingredientes se prepara un té negro bien cargado y se deja enfriar, cuando está listo se mezcla todo hasta conseguir una masa homogénea. Se envasa en una botella de vidrio y se coloca en el refrigerador para que se mantenga.

Otra buena receta es la que consiste en mezclar 2 cucharadas de aceite de oliva o germen de trigo con 2 cucharadas de zumo de limón y 100 cc de zumo de zanahorias. Esta preparación debe guardarse en un frasco oscuro de vidrio y cerrarlo herméticamente. Antes de utilizarlo, se debe agitar y aplicarlo en la piel media hora antes de exponerse al sol.

Y si queremos algo muy fácil y rápido, podemos contar con el aloe vera, muy bueno para la piel y cien por ciento natural. Se extra el gel de una hoja de aloe, se añaden diez cucharadas de aceite de germen de trigo y 20 gotas de aceite esencial de coco. Cuando está listo se guarda en el refrigerador y también es preferible agitar antes de usar.

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