Pastrami, una delicia con historia

En la actualidad, al pastrami lo acompañan tomates verdes, pepinos salados o agridulces encurtidos y panes oscuros junto a los blancos coronados con cebolla o coles.

Algunas familias lo siguieron haciendo hasta que las nuevas generaciones optaron por comprarlo aunque no reflejara exactamente el sabor de su infancia. El pastrami de la cocina norteamericana es bien alto. Algunos frigoríficos prensan dos juntos para armar uno solo más alto.

Hay muchas recetas de pastrami; una de ellas mezcla el pimentón con ajos y azúcar negra.

Para preparar un pastrami casero, desgrasar 1 y 1/2 kg de tapa de asado de novillo. Mezclar 1 cucharada al ras de salitre con 2 cucharadas de sal gruesa y 1 ajo deshecho. Frotar la carne con la mezcla. Acomodar en una fuente, cubrir con agua, tapar y dejar una semana en la heladera, dándola vuelta de vez en cuando.

Trascurrido el tiempo, lavar bien la carne, untarla con pimentón dulce o ahumado mezclado con unos ajos desechos y 1 cucharadita de ají molido (optativos). Poner en una asadera con poca agua y cocinar a fuego suave durante dos horas, dándola vuelta con frecuencia y agregando agua para que tenga humedad. Servir frío o caliente.

Para prepararlo hervido, se cocina en agua con laurel, algo de pimentón y ajos. Se retira se prensa en caliente.

Comentarios sobre este artículo (0)

No hay comentarios