Una receta de reyes: la Sacher Torte

Corría el siglo XIX y la ciudad de Viena se había convertido en el centro de atracción de la nobleza europea. Una nobleza en la que se destacaba Klemens Wenzel Nepomuk Lother, príncipe de Metternich, responsable de la coalición que destronara a Napoleón.
Las recepciones competían en brillo y fastuosidad y la cocina austríaca alcanzó sus puntos más altos con recetas que aún hoy siguen siendo una tradición en todo el mundo. Y es desde ese entonces que para los amantes de la gastronomía hay un eterno misterio por develar: la receta de la Sacher Torte.

Todo comenzó con un pedido del príncipe Metternich a su chef, el señor Sacher, para que elaborara “un gateau diferente, simple y masculino". A la hora de la recepción la respuestas de Sacher fue una torta íntegramente de chocolate, bañada con un glacé de chocolate, sin otro aditamento a la vista. Lo detectable al paladar fue una masa de textura tierna y suave, ni muy dulce ni muy seca, que se deshacía en la boca revelando sutiles sabores y expandiendo un aroma único. Sacher cumplió con el pedido principesco pero nunca reveló los ingredientes ni la preparación de la torta, que aún hoy lleva su nombre y que se derivó en un insólito caso judicial.

El pleito se entabló entre el famoso Hotel Sacher de Viena y la no menos famosa pastelería Imperial Demel, que aseguraba contar con el secreto de la receta original. El juicio se demoró muchos años y recién en 1962, la corte falló en favor del Hotel Sacher, aunque Demel sigue elaborando su versión de la torta, igualmente excelente.

Juicios aparte, tomar un café con un trozo de Sacher Torte coronado con un copo de chantillí en el  Hotel Sacher de Viena es una tradición tan reconocida  en la capital austríaca como la de asistir a una velada en la Opera, a pasos del hotel. Y para que el placer se demore, en la Sacherconfiserie, sobre la calle Karntner se vende también la famosa torta en todos los tamaños, en sus características cajas de madera con su sello original, conferido por la Corte de Justicia de Austria.

Una costumbre que ha cruzado las fronteras con la exportación masiva de !a Sacher Torte a todo el mundo, enviada sencillamente por correo, lo que afirma otra de sus cualidades: un sabor que mejora con el tiempo.

Tal es la fama de esta especialidad vienesa que en el hall del hotel Sacher se puede observar un mantel poblado por las firmas de las numerosas personalidades que se deleitaron con la torta, bordadas por Ana Sacher. La primera firma es la del emperador Francisco José. Pero no todos están en el mantel, el libro de huéspedes, abierto en 1936, abruma con un listado de nombres, no menos importantes, que comienza con el de Eduardo de Inglaterra, con el sello R.I. (Rex Imperator).

¿Pero cuál es la verdadera receta de la Sacher Torte? Se han divulgado decenas, pero ninguna se aproxima siquiera al resultado de la original, por eso pensamos que era un mejor homenaje para el príncipe de Metternich dar otra receta de una torta vienesa de chocolate. Una torta distinta, tan deliciosa como la Sacher que no interfiera en el recuerdo único de quienes saborearon la original, en el encantador ambiente del histórico hotel.

A continuación, la receta:
Torta vienesa de chocolate

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