Pizza e índice glucémico: cuál elegir y cómo comerla

Centrarse en alimentos con un índice glucémico bajo es una excelente estrategia para reducir el riesgo de aumentar de peso con facilidad, mantener a raya el azúcar en la sangre y enfrentar dolencias como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muchas otras.
Pero, ¿qué es el índice glucémico? El índice glucémico mide la respuesta promedio de un sujeto sano a la ingestión de una porción de alimento que contiene 50 gramos de carbohidratos, medida como porcentaje de la respuesta a 50 gramos de glucosa. El índice glucémico de la pizza generalmente se considera de 60, ubicándola unos escalones por debajo del pan y en una posición de índice glucémico medio. Este valor puede, sin embargo, depender y ser modificado por varios factores como la harina utilizada en la masa y el tipo de condimento.

La pizza clásica napolitana y la pizza de base alta cubierta con salsa de tomate, por ejemplo, suelen ser las que tienen más hidratos de carbono. Sin embargo, añadir mozzarella o queso puede modular la velocidad de absorción del azúcar sin llegar a añadir nada al plato.


Consejos para los diabéticos

Por lo general, con el consentimiento del médico, también aquellos con problemas de azúcar en la sangre, siguiendo una dieta equilibrada y razonable, pueden comer pizza. Para reducir la carga glucémica de este alimento, lo ideal es elegir una pizza preparada solo con harina integral y cubierta con ingredientes que aporten proteínas, nutrientes capaces de modular la respuesta glucémica. Proteínas como las grasas buenas, por ejemplo las contenidas en el aceite de oliva virgen extra añadido crudo, modulan la respuesta metabólica a los azúcares, haciéndola menos violenta. Luego se debe prestar atención a las cantidades y la frecuencia de consumo. La sugerencia, sobre todo si hay problemas metabólicos, es confiar en un profesional que pueda abordar de forma eficaz la nutrición personalizada, respetando las necesidades que suelen variar mucho de persona a persona.


Que pizza elegir si se tienen problemas de peso

Si el consumo de pizza es ocasional y no hay problemas de salud particulares, el consejo es elegir la pizza favorita al propio gusto. La alimentación sana da paso a la alegría y al gusto e incluso a algunos momentos de transgresión. Si por el contrario el objetivo es que el consumo de pizza sea lo menos transgresor posible, es mejor elegir una pizza que no sea frita o que no contenga ingredientes fritos. De hecho, las grasas trans presentes en las frituras empeoran la respuesta metabólica a los azúcares. Otro truco es consumir pizza, siempre rematada con ingredientes proteicos, en el desayuno cuando la respuesta metabólica del organismo es mejor que en otros momentos del día.

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