¿Qué es el queso feta, cómo se hace, dónde se hace y cómo usarlo?

El queso feta es un producto con denominación de origen protegido (DOP) de Grecia, que se caracteriza por su color blanco brillante y su consistencia dura y no cremosa. No se puede usar para untar, ya que tiende a desarmarse.

La leche de la que se obtiene el queso feta debe ser principalmente de oveja, con una adición máxima tolerada de 20% de leche de cabra.


Como se hace el queso feta

El proceso adoptado por los productores griegos de queso feta se compone de pasos muy precisos y comienza con la mezcla de leche de oveja y leche de cabra.

Después de eso, se procede al almacenamiento en salmuera, con una duración total de entre dos y tres meses.

En general, durante las primeras tres semanas de almacenamiento, los productores optan por temperaturas ambiente regulares y solo entonces reducen la temperatura considerablemente, manteniendo el queso en ambientes refrigerados.


Como conservar el queso feta

La conservación en salmuera también se puede hacer con un simple método casero, útil, por ejemplo, si se ha comprado un queso feta y no se tiene la intención de consumirlo en breve.

Hervir una solución formada por 1 litro de agua y 90 gramos de sal.

Esperar a que el líquido se enfríe; acomodar el queso feta en un frasco de vidrio, cubrir con la salmuera y cerrar el frasco herméticamente.

Con este procedimiento se puede mantener el queso feta en el refrigerador o incluso fuera de él durante varias semanas, sin alterar el sabor y las propiedades del mismo.


Cocinar con queso feta

Un típico plato griego donde es obligatorio el uso del queso feta es la ensalada griega, que además del queso incluye tomates, orégano, cebolla, pepinos y aceitunas.

Otras deliciosas recetas son los pimientos rellenos de queso feta, pasteles rústicos y o como complemento del pan tostado.


Propiedades nutritivas y calorías del queso feta

El queso feta es un queso rico en proteínas y calcio, ampliamente utilizado en dietas adelgazantes, especialmente para acompañar ensaladas.

Las calorías contenidas en 100 gramos de queso feta son 250, ligeramente más bajas que las de mozzarella, equivalentes a 280 por la misma cantidad.

El queso feta, a pesar de ser un queso con una consistencia visiblemente seca, está compuesto en un 55% por agua, 21% de grasas y 14% de proteínas.

Entre los minerales, prevalece el sodio con 1.12 en 100 gramos de producto y el calcio con 0.49.

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