Los consejos a seguir de inmediato
Después de beber y comer demasiado, es necesario evitar consumir las sobras, que corren el riesgo de forzar aún más al cuerpo a sentirse agobiado. Si ha comido y bebido demasiado para el almuerzo, incluso puede saltarse la cena. Esto ayuda al organismo a limpiarse de las toxinas acumuladas. Si, por el contrario, ha exagerado en la cena, puede saltarse el desayuno cuando se despierte. Para compensar y eliminar el exceso de sodio y contrarrestar la retención de líquidos, el consejo es beber mucha agua también gracias al consumo de infusiones y tisanas con acción detox. El hinojo, por ejemplo, promueve la diuresis y contrarresta la sensación de hinchazón. La malva, en cambio, es excelente para el intestino, mientras que la alcachofa, gracias a su acción colagoga, estimula el trabajo del hígado, órgano implicado en la metabolización de grasas y sustancias como el alcohol.
Un menú a medida para el día siguiente
Al día siguiente es fundamental llevar a la mesa comidas de fácil digestión. Para el almuerzo y la cena, sí a una gran ración de verduras. Gracias a su riqueza en fibras, ayudan a restaurar los desequilibrios hormonales debidos a una ingesta excesiva de carbohidratos de alto índice glucémico presentes por ejemplo en primeros platos especialmente elaborados ricos en salsas, salsas y postres. El aporte de antioxidantes, de los que también son excelentes fuentes, por otro lado, contrarresta la producción de radicales libres y sustancias inflamatorias que dañan las células. Lo ideal es asociarlos con una única fuente de proteínas de fácil digestión. Elegir pescado, aliñar con aceite de oliva virgen extra, para rellenar grasas que facilitan el metabolismo. ¿Dos menús típicos para seguir al día siguiente? Para el almuerzo una ensalada de hinojo y cítricos con salmón; para la cena, achicoria cruda aderezada con aceite de oliva virgen extra y huevos revueltos.
Comentarios sobre este artículo (0)