La técnica con que se cocina el arroz, con el caldo evaporándose poco a poco, hace que en lugar de una simple sopa, se obtenga como resultado un delicioso plato, seco y cremoso: el risotto.
Durante la cocción, el arroz libera su almidón que amalgama suavemente los ingredientes. Es importante, entonces, elegir granos de arroz con alto contenido de almidón, como el carnaroli o el excelente arborio.
Otro ingrediente principal del risotto es el caldo, que debe ser absolutamente casero, con base de carne, pescado o verduras, pero siempre de sabor delicado, que no cubra el sabor de los otros ingredientes.
Un risotto perfecto también lleva cebolla o chalota finamente picada y doradas en mantequilla. El arroz se debe tostar durante un minuto en la mezcla de cebolla y mantequilla. Luego se desglasa con vino blanco de buena calidad, (calentado aparte para que pierda su parte alcohólica) y luego se agrega el caldo, mantenido a una temperatura constante, y añadido un poco a la vez.
Esencial para el finalizar el risotto y obtener un resultado bien cremoso, es el "mantecado", agregando, ya fuera del fuego, mantequilla y un puñado de queso parmesano.
Consejos útiles para preparar un risotto:
- utilizar arroz carnaroli sin lavarlo antes de cocinarlo
- preparar un caldo ligero de verduras, carne o pescado
- tostar el arroz al inicio de la cocción y añadir el caldo un poco a la vez
- revolver constantemente el arroz y retirarlo al dente
- realizar el "mantecado" con copos de mantequilla fría y queso parmesano, revolviendo vigorosamente fuera del fuego
- servir el risotto siempre caliente
Algunas ideas para probar:
Risotto alla milanese
Risotto con tomates y alcauciles
Risotto con langostinos al champagne
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