Sandía, porque no se deben tirar las semillas

Las sandías sin semillas son cada vez más populares en muchos países occiodentales. En cambio, en África, en Asia y en Oriente Medio, las sandías "ordinarias" son más apreciadas, precisamente porque para las poblaciones que viven en esas áreas, incluso las semillas son valiosas: se tuestan y se consumen como aperitivo (su sabor recuerda a las nueces), pueden ser molidas (su harina se usa para hacer pan), o trituradas y convertidas en una pasta útil para espesar y enriquecer sopas. Finalmente, el aceite extraído de las semillas se puede usar para cocinar y freír.


Ricas en nutrientes

Por otro lado, las semillas de sandía en realidad contienen aún más nutrientes que la pulpa de la fruta: una porción de treinta gramos de semillas secas proporciona aproximadamente 160 calorías, 8 gramos de proteína y 13 gramos de grasa (en su mayoría insaturadas), y minerales como hierro, magnesio, fósforo, potasio y zinc. Las semillas también contienen varios fitoquímicos, incluidos flavonoides.

Es por eso que algunos académicos ya han promovido las semillas de sandía a la categoría de superalimento, útiles para prevenir la obesidad, la artritis y la diabetes, y para proteger el sistema inmunológico. Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora han probado los beneficios de las semillas especialmente en animales: se necesitan otros estudios clínicos, antes de poder garantizar la validez de estas conclusiones también en los hombres.

Mientras tanto, las semillas pueden convertirse en una merienda saludable, rica en nutrientes beneficiosos y también adecuada para aquellos que desean mantener el peso bajo control. Baste decir que en una porción de 30 gramos hay alrededor de 400 semillas: incluso demasiadas para comer en una sola vez. En cambio, una porción de chips del mismo peso contiene solo 15 unidades. Un puñado grande de semillas de sandía contiene aproximadamente 55 semillas y pesa aproximadamente 4 gramos, para un total de veinte calorías: mucho menos que un paquete de chips.


Cómo tostarlas

Las semillas tomadas directamente de la sandía no son apetitosas, porque la cáscara es dura y amarga. Pero tostarlas es simple. En primer lugar, se deben elegir las oscuras y descartar las blancas. Después de enjuagarlas en un colador, dejarlas secar bien. Luego, en un wok o en una sartén, calentar un poco de aceite de oliva, agregar las semillas, y revolver con frecuencia hasta que se hayan dorado. Finalmente, se puede agregar una pizca de sal.

O se pueden distribuir las semillas en una bandeja para hornear (si se desea, se puede sazonar con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal): deben cocinarse durante aproximadamente 15-20 minutos a aproximadamente 160 °, hasta que comienzan a perfumar. Las semillas tostadas, así como una merienda, también se pueden usar para enriquecer la ensalada, o combinarlas con muesli de frutas secas y avena.

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