Tres buenos hábitos para combatir el estrés en la mesa

Muchas personas se encuentran viviendo con estrés a diario, otras lo padecen por situaciones contingentes, lo que puede derivar en síntomas de cansancio, dificultad para dormir, ansiedad y falta de atención. Todos reaccionamos al estrés de manera diferente, pero hay factores que contribuyen a que aumente: entre ellos, tener malos hábitos alimenticios, pues está científicamente comprobado que el estrés está ligado (también) a la alimentación. Qué comemos, cuándo lo comemos y cómo lo comemos.

Desde este punto de vista, podemos intentar manejarlo. Estos son tres buenos hábitos para combatir el estrés en la mesa.


1. Consumir alimentos que aseguren una buena digestión

Un buen descanso es el primer paso para afrontar el día de mejor manera. Para descansar bien, necesitamos asegurar una buena digestión antes de irnos a dormir. ¿Cómo? Evitemos las comidas copiosas, mantengámonos ligeros prefiriendo las legumbres como fuente de proteína, porque las fuentes vegetales son más digeribles que las animales y consumamos carbohidratos. Es una leyenda urbana que si consumimos hidratos de carbono por la noche engordamos más: ¿sabías que las personas con problemas digestivos deberían preferir una comida más rica en hidratos de carbono, especialmente por la noche? Siempre y en todas las comidas consumamos proteínas, lípidos, carbohidratos y fibras.


2. Desterrar las dietas estrictamente hipocalóricas

¡El hambre estresa! Preferimos alimentos que nos den una buena sensación de saciedad: por eso luz verde a los alimentos integrales y vegetales, ricos en fibra que tienen un efecto saciante. Para garantizar una sensación de saciedad duradera, es importante dedicar la cantidad adecuada de tiempo a la comida, comenzando con una masticación adecuada.


3. Variar los alimentos tanto como sea posible

Una dieta sana y equilibrada rica en vitaminas y minerales nos ayuda a combatir el estrés oxidativo responsable del famoso envejecimiento celular. Los antioxidantes tienen la función de "capturar" los radicales libres que son dañinos para nuestro organismo, ayudándonos así a aumentar nuestras defensas inmunológicas y a no enfermarnos. Entre los antioxidantes por excelencia recordamos la vitamina E, el selenio, el zinc y la vitamina C. Sin embargo, recuerda que no necesitamos suplementos especiales si nuestra dieta es variada, respeta la estacionalidad de los alimentos, no excluye grupos enteros de alimentos y si no se tienen patologías que implican deficiencias particulares. Las personas a menudo piensan que no obtienen suficientes micronutrientes "solo con comer", pero ¿sabías que una sola naranja es capaz de cubrir el requerimiento diario de vitamina C, que es importante para nuestro sistema inmunológico continuamente estresado?

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