Zona azul de Cerdeña: la dieta de los centenarios

Se llaman Zonas Azules, e identifican partes del mundo donde se puede vivir feliz y durante mucho tiempo: existen muy pocas: el islote griego Icaria y la japonesa Okinawa, la península de Nicoya en Costa Rica y la comunidad de Loma Linda en California, pero sobre todo la bella Cerdeña. En la hermosa isla italiana, hay rincones mágicos donde los habitantes llegan y, a menudo, superan fácilmente la meta de 100 años, como en el área de Ogliastra en la provincia de Nuoro, por ejemplo. De hecho, en la pequeña ciudad de Seulo, en Barbagia, ¡entre 1996 y 2016 se contabilizaron 20 centenarios, confirmándose como el pueblo más longevo del mundo! ¿Será el aire de mar y montaña, la combinación favorable de clima, la estructura social tradicional o simplemente una alimentación basada en la dieta mediterránea? Vamos a averiguarlo.


La invasión de los ultra centenarios

Antonio Todde, llamado Tziu Antoni, fue reconocido oficialmente en el Libro Guinness de los Récords Mundiales 2001 como el hombre más viejo del mundo que murió a la edad de 112 y 346 días. Adivina dónde nació? Exactamente, en la localidad de Tiana, en... Cerdeña. En la BBC, el pastor sardo reveló su secreto: vivir un día a la vez sin estrés, amar a los demás y beber un vaso de vino tinto todos los días. Otro ejemplo es Giovanni Frau, nacido en 1890 en Orroli, en la provincia de Cagliari, que llegó a apagar la vela número 112 en su pastel de cumpleaños.

En sus últimas fiestas de cumpleaños también estuvo la Dra. Luca Deiana, profesora de Bioquímica Clínica y Biología Molecular en la Universidad de Sassari, y una de las más grandes académicas del misterio de los centenarios sardos. El suyo es el proyecto Akea, un acrónimo del deseo de Cerdeña A kent’annos (hasta los cien años ), que desde la década de 2000 recopila datos y testimonios sobre el territorio censando más de 4 mil ultra centenarios sardos. "En nuestra isla tenemos cierta evidencia de que los centenarios siempre han existido. Y son una constante. Gracias a la investigación que hemos realizado a lo largo de los años, incluso con el proyecto Akea, podemos decir con confianza que existe una personalidad en el centenario sardo", dijo la académica, que también registró la marca Isola dei Centenari.


Los secretos de los abuelitos sardos

El descubrimiento del codiciado elixir de la vida podría comenzar juestamente en Cerdeña, donde ciertamente el ADN original es indispensable pero no suficiente. Debe ir acompañado de otros factores importantes (alimentos, medio ambiente, comportamiento) que sin duda pueden ser un ejemplo para ayudar a que todos vivan más tiempo y más saludables.

De hecho, a nivel antropológico también entran en juego elementos esenciales típicos, como el valor del rol social (la familia en primer plano), el sentido de comunidad (ganador especialmente en los pequeños centros habitados del interior), la conciencia del sentido de la vida. No hay que olvidar también la actividad física diaria, que activa el sistema motor al gastar las calorías adquiridas, incluso en una versión lúdica como, por ejemplo, las danzas tradicionales: el típico baile llamado Passu Torrau es comparable a un entrenamiento deportivo a intervalos.

Finalmente sedescubre el secreto: el papel fundamental de la nutrición. Roberto Pili, presidente de la Comunidad Mundial de la Longevidad, lleva adelante el concepto de envejecimiento activo, enfatizando en la dieta mediterránea de Cerdeña como una fortaleza. "Una alimentación saludable que respeta las necesidades metabólicas y nutricionales es, de hecho, uno de los pilares sobre los cuales se construye el privilegio de superar el siglo de la vida", dice Pili, quien reconoce el camino a seguir en la sobriedad alimentaria y la nutrición consciente.


La dieta de los centenarios

Los hábitos alimenticios, en Cerdeña, están arraigados en la tradición y se basan en el consumo de alimentos principalmente vegetales (como frutas, verduras y legumbres, sin olvidar las frutas secas) y un pequeño porcentaje de origen animal (necesario para los aminoácidos esenciales), sazonando con aceite de oliva, rico en antioxidantes y sin olvidar el vino, altamente saludable cuando se consume de forma medida en las comidas, especialmente el tinto como el típico Cannonau.

Desde el punto de vista cuantitativo, no olvidemos que lo tradicional es unl plato único compuesto en su mayor parte de vegetales con un componente animal mínimo y con un suministro equilibrado de macro y micronutrientes, sin exageraciones ni excesos. Una forma inteligente de mantener bajo control la ingesta de calorías, a diferencia de lo que está sucediendo en el mundo de hoy.

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